Un equipo de investigadores del Instituto de Ecología de la UNAM está llevando a cabo trabajo de campo en la Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, una de las regiones semiáridas de Sonora.
El objetivo principal es estudiar cómo las plantas sobreviven con temperaturas que a veces superan los 40 grados Celsius.
Buscan determinar qué mecanismos desarrollan para conservar y distribuir la escasa humedad disponible.
El área de estudio se encuentra en la zona de protección de flora y fauna, donde también se conservan especies animales como el leopardo, ocelote, puma y jaguar.
La investigadora del IE a cargo del proyecto, Tonantzin Tarin Terrazas, explicó que están investigando el potencial hídrico de las plantas, es decir, cómo responden ante la presencia o ausencia de humedad.
Para medir este potencial hídrico, el equipo utiliza una bomba portátil llamada cámara de presión tipo Scholander.
Realizan mediciones en las plantas durante la madrugada, antes de la salida del sol, cuando han acumulado humedad durante la noche.
Posteriormente, toman más muestras cada dos horas para observar cómo varía el potencial hídrico a lo largo del día.
Medir la deshidratación de las plantas
Según Tarin Terrazas, la cantidad de presión necesaria para mover el agua dentro de la planta indica su nivel de estrés o deshidratación.
El estudio también clasifica las plantas según si son perennes, caducifolias, leguminosas, y su dependencia de los mantos freáticos o la lluvia de verano para acceder al agua.
Aunque se trata de investigación básica, el trabajo podría tener aplicaciones futuras para mitigar los efectos del cambio climático en la región.
Además, permite comprender cómo el comportamiento fisiológico de las plantas contribuye a la resiliencia del ecosistema frente a factores ambientales y la disponibilidad de agua.
El proyecto cuenta con el apoyo de un Programa PAPIIT para los años 2022 y 2023.
