Jack White es uno de músicos de rock sumamente prolífico y sus propuestas son variadas, sin salirse de su estilo, ya sea en conjunto como con el extinto White Stripes, con The Raconteurs, The Dead Wheather o en solitario. El estadounidense es una máquina de crear. Cada uno de sus materiales tiene excelentes aportaciones, como el álbum que revisamos el día de hoy, Boarding House Reach, de Jack White, que fue puesto en venta hace 5 años.
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Para demostrar el punto anterior, después del estreno de Boarding House Reach, White ha lanzado Help Us Stranger, en 2019 con The Raconteurs, así como otro par de discos como solista, Fear of the Dawn y Entering Heaven Alive, ambos del año 2022.
Boarding House Reach se distingue por sus peculiares mensajes, así como por su excelente instrumentación, la experimentación sin temor de White para construir distintas estructuras que se mantienen unidas por un transparente hilo conceptual.
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Es sabido que White suele modificar la manera de creación y de producción musical. En los Stripes, las grabaciones son ásperas y naturales. En Boarding, se escucha un poco más de tecnología digital que nos ofrece un producto más pulido para el oído, aunque puede resultar poco perceptible. Y eso está bien, pues Jack White ha querido demostrar por mucho tiempo que los complicados procesos de grabación y mezcla, al final no son de interés para la audiencia.
El disco inicia con una plegaria de amor que lleva el título de “Connected by Love”. En algunas ediciones del álbum, se incluye el demo que nos ofrece el título original, “Infected by Love”, por lo que nos podemos dar cuenta de que era un tanto menos “dulce” en su mensaje.
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Un tema que puede malinterpretarse tan solo por el título, es el que sigue en el álbum, “Why Walk a Dog?” (“¿Para qué pasear a un perro?”). Al escucharlo, descubrimos que el protagonista no se niega a los cuidados indispensables del canino, sino que cuestiona el mantener animales en cautiverio, así sean mascotas caseras. El coartar la libertad de los animales solo por el hecho de que el hombre es incapaz de comprender su lenguaje, no deja de ser un acto en contra de su naturaleza.
White se mantiene dentro del campo del blues rock, tal como lo ha hecho durante más de dos décadas, más en Boarding, podemos apreciar cómo se aventura a pasajes electrónicos; por ejemplo, en “Get in the Mind Shaft”, con sus voces en vocoder, con efectos electrónicos que las deshumanizan al mismo tiempo que cuentan experiencias muy humanas, como la primera aproximación con la música por parte de Jack, que debió haber sido semejante al encuentro del hombre con este arte, suceso que cambió su rumbo hace miles de años.
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Un tema humorístico y desesperado, es la balada “What’s Done Is Done”, en la que el protagonista, desconsolado por la pérdida de su amada, ya no quiere vivir. Por esta razón, anuncia que irá a la tienda y comprará un arma para acabar con su vida. ¿O la de la susodicha? El mensaje –por demás violento- no es tanto la intención de generar daño contra sí mismo o contra otra persona, sino la facilidad que hay para conseguir armas, sobre todo en países como Estados Unidos.
Boarding House Reach, tercer álbum como solista de Jack White -con 13 o 15 canciones, dependiendo la edición-, fue dado a conocer completo, el 23 de marzo de 2018.
