Los ‘80s y ‘90s fueron una época de oro para el rock de Latinoamérica. Excelentes bandas eran acogidas como propias en cualquier territorio de habla hispana sin importar el país del cual hubieren emergido. Los Fabulosos Cadillacs fueron enormes representantes del movimiento; para 1992 ya daban a conocer su sexta producción de estudio; El León, va de lo bueno a lo mejor.
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La placa se considera de transición y cuenta con una enorme gama de géneros musicales, de predominancia caribeños; desde el primer compás sabemos que es un disco que celebra a la música. “Carnaval toda la vida”, es el track inaugural y está repleto de festejo, acentuado por sus pasajes de batucada.
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La fusión fue parte del conglomerado musical fundado en 1984 y con este disco presentan algunos de sus grandes clásicos, tales como “Manuel Santillán, el León”, “Gitana”, “Siguiendo la luna” y un gran cover de la composición de Rubén Blades, “Desapariciones”. Sin demeritar esta versión, también la original merece una escuchada.
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En El León ocurre algo no muy común en un mismo disco, un track que podría decirse repetido: “Manuel Santillán, El León” cuenta con dos versiones. En primera instancia, la escuchamos como la segunda canción del disco en una versión de reggae, mientras que vuelve a aparecer a ritmo de salsa en el lugar número 14, el penúltimo de la producción.
Otros ritmos que se aprecian en la placa es el calipso y, por supuesto que no puede faltar, el ska. Los Cadillacs fueron uno de los grupos que ayudó a difundir este género, tan popular en el continente.
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El León puede haber sido creado al inicio de la década noventera, más varias de sus composiciones se siguieron escuchando por mucho tiempo más, sobre todo cuando el grupo alcanzó sus mayores altos niveles de popularidad después del lanzamiento de “Matador”, liberado al año siguiente como parte de su recopilación Vasos Vacíos. Esta es la liga para otro interesante material de los Cadillacs:
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Pese a lo festivo, El León mantiene la tradición de la ideología Cadillac de denuncia con tendencias de izquierda y hacia el indigenismo, recordando los derechos de aquellos a quienes comúnmente le son negados. Son estos temas los que homologan a la banda con el rock creando un movimiento global con el idioma español como común denominador.
El León hace honor a su nombre y se mantiene rugiendo a 30 años de su liberación. El sexto material de estudio del grupo argentino, salió a la venta el 22 de matyo de 1992.
