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La “mañanera”: polémica o innovación en Comunicación Política

Las conferencias de prensa matutinas encabezadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde el lunes 3 de diciembre de 2018, en su gran mayoría con sede en Palacio Nacional de la capital, son un referente para crítica, análisis o elogio en la Comunicación Política del país durante este sexenio.

El ejercicio, rodeado de polémica en no pocas ocasiones por la intención, respuestas del Presidente, la inclusión de canciones o videos, o el linchamiento desde el micrófono de López Obrador, volvió a generar críticas el viernes 10 de mayo.

No me refiero a mentadas o señas obscenas, que casi estoy seguro las hubo de parte del sector anti-AMLO del país. Me refiero a la falta de empatía, lectura o ideas en la planeación de la misma, en momento de tragedia, desesperación y crisis para millones de personas en el país, por los apagones y la falta de energía.

Añado la problemática de miles de personas desaparecidas en el país, con la lucha de colectivos de madres buscadoras en distintos estados del país. Mínimo se esperaría una mención del Ejecutivo federal, en respaldo o comprensión por la búsqueda y lucha contra el crimen organizado en el caso de entidades del norte.

¿Cuál fue la decisión o respuesta de Presidencia, para priorizar en la “mañanera” del viernes 10 de mayo? Llevar mariachi a Palacio Nacional que el Presidente apareciera con un ramo de flores y “dedicara” unas canciones para felicitar a las mamás mexicanas.

En términos del proceso comunicativo, el foco de atención fue él, sin aludir o mencionar temas que generaran incomodidad o hicieran recordar las tragedias, las problemáticas urgentes de atender por la autoridad en ese momento.

La equivocación se suma a decenas de errores a lo largo de casi cinco años y medio donde las “mañaneras” han sido el eje de la estrategia comunicativa. 

Aunque por un lado causa sorpresa la energía, vitalidad o la perseverancia para que un hombre con la edad del Presidente mantenga el ritmo de todos los días hábiles, donde se encuentre, comience sus conferencias de prensa a las 7 de la mañana o antes; en contraparte es criticable la dirección y el contenido que han tenido múltiples ejercicios.

De acuerdo con la empresa SPIN-Taller de Comunicación Política, entre diciembre 2018 y agosto 2022 el Presidente había hecho “casi 87 mil afirmaciones falsas, engañosas o que no están respaldadas por información pública” durante las “mañaneras”. Otra arista para múltiples análisis y críticas.

Por otro lado, la presencia de López Obrador en las conferencias de prensa matutinas son una mezcla de cultura popular, símbolos de la “4T”, habla coloquial con frases identificables para el grueso de la población, discursos con narrativa de fácil comprensión anclada en batallas, solución de problemas, adversarios y líder; así como alocución de chistes o humor incluso para temas de diplomacia, entre otras cosas.

Una parte de la ciudadanía de este país desea que continúe este ejercicio de Comunicación Política, en el próximo sexenio. Otro sector exige o pide que un tipo de derogación: que la candidata o el candidato que llegue recurre a otras formas de comunicación, sin “shows”, “monólogos innecesarios” o “mesianismo”.

Considero que en el caso de Claudia Sheinbaum, tenemos que exigirle propuestas de mejora y fortalecimiento de esta práctica o ritual simbólico de la llamada “Cuarta Transformación”, para que se convierta realmente en un ejercicio de rendición de cuentas, más presencia de preguntas y periodistas como Nayeli Roldán, Nancy Flores o Haydée Ramírez, empatía para incluir temas que aquejan a la población, entre otras.

La “mañanera” oscila entre la polémica y la innovación en la Comunicación Política de un país que sigue en tránsito, camino o esperanza de democracia.

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