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Economía

¿Por qué cambian de banco los mexicanos?

El panorama de oferta en el sector financiero de México se expande constantemente. Diversas instituciones financieras ponen en el mercado un sinfín de productos y servicios de los cuales los usuarios pueden escoger el que mejor se acomode a sus necesidades e intereses. Por ello, la intención de movilidad crediticia en el país es alta.

“La intención de movilidad crediticia en México es enorme. En un lapso de 18 meses, 700 de cada 1,000 usuarios del sector solicitarán un nuevo crédito o servicio. Pero rara vez se dan esos movimientos con una guía o acompañamiento adecuados. Una mala experiencia puede ser suficiente para que una persona quiera cambiar de banco, pero no siempre lo hacen con claridad sobre si el otro banco ofrece lo que necesitan”, apunta Daniel Rojas, CEO de Rocket.la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad crediticia.

Aunado a lo anterior, un cambio de institución financiera puede traer diversas consecuencias. De acuerdo con datos de Rocket de los 700 de cada 1,000 usuarios que solicitarán un nuevo crédito o servicio:

  • 350 serán rechazados por aplicar a un producto que no se ajusta a su experiencia crediticia.
  • 220 tendrán que pagar sus deudas y esperar al menos 6 meses para aplicar.
  • 140 necesitarán un plan de largo plazo con compañías de reparación de crédito.
  • 90 abrirán una nueva cuenta

La movilidad crediticia es parte del desarrollo económico de la población, ya que con los productos correctos pueden mejorar su calidad de vida a través de productos y servicios que los ayuden a gestionar sus ingresos y adquirir bienes y servicios. Por ello, la movilidad financiera debe estar acompañada de guías serias y profesionales, que ayuden a que los usuarios tomen la mejor decisión.

De acuerdo con Rocket, éstas son las tres razones principales por las que los mexicanos cambian de banco:

  1. Mala experiencia de usuario

Una de las razones principales para que una persona busque cambiar de institución financiera es después de una mala experiencia de usuario. Sin embargo, en ocasiones esa percepción va de la mano de un mal entendimiento de lo puede ofrecer el servicio que utiliza.

“La clave es encontrar el producto financiero correcto para el usuario y sus objetivos específicos. A veces lo mejor ni siquiera es cambiar de institución, sino de producto, para maximizar la satisfacción de un cliente. Una mala experiencia sirve para identificar un descontento, pero un cambio áspero puede traer resultados inadecuados para un usuario”, explica Rojas.

Una recomendación que puede hacerse para clientes insatisfechos con una institución es revisar detenidamente los términos y condiciones del servicio, para entender si es un tema del servicio o si se trata de que el producto en sí mismo no es lo que necesita.

  1. Búsqueda de mejores ofertas

En la medida que el abanico de opciones se ha abierto en el sector financiero mexicano, los usuarios pueden verse tentados a estar cazando más y mejores ofertas. Buscar alternativas a un servicio puede ser muy benéfico para un cliente; sin embargo, sin un acompañamiento efectivo la búsqueda se vuelve abrumadora y poco fructífera.

“Alrededor de 50% de los clientes que buscan otro crédito o servicio financiero son rechazados por solicitar un producto inadecuado. Es decir, se lanzan por una oferta que a primera vista parece atractiva, pero no cuentan los experiencia necesaria para aplicar. Por eso es fundamental que un usuario que busca mover sus activos lo haga con acompañamiento y conocimiento exhaustivo de la oferta del mercado. Importa muchísimo encontrar el match óptimo entre cliente y producto”, añade Moisés Márquez, Líder de Datos y Modelos de Rocket.

  1. Mala gestión de finanzas personales

Un factor que influye en la intención de movilidad crediticia en México desafortunadamente tiene que ver con malos manejos de finanzas personales de las personas. Hay usuarios que gestionan inadecuadamente su dinero y consideran que ‘necesitan’ un nuevo crédito para solventar la deuda. Sin embargo, más financiamiento sin planeación no es la mejor decisión financiera. Antes de dar un paso de este tipo, es importante articular planes de pagos para liquidar deudas y, así, hacer un mejor uso, tanto de los productos y servicios con los que ya se cuenta como de nuevos.

En ese mismo sentido, vale la pena revisar el tipo de tarjeta de crédito que ya se tiene para ver si es el óptimo para el usuario. Es probable que su capacidad de pago no corresponda con la deuda adquirida.

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Gabriel Morales López

Periodista, académico y empresario | Llevo trabajando en la web desde 1998 | Master en Periodismo por El Mundo y Universidad San Pablo CEU, becario de la Fundación Carolina 2005-2006. | Sígueme en LinkedIn.

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