El gobierno de México está preparado para defender la prohibición del uso de maíz transgénico proveniente de Estados Unidos en todos los productos para consumo humano y alimentación animal.
Así respondió la Secretaría de Economía de México ante la decisión dada a conocer por la representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, quien informó que el gobierno de Washington tiene la intención de dirimir a través de un panel arbitral, la prohibición de México al maíz modificado genéticamente que agricultores estadunidenses pretenden introducir al país.
El panel arbitral está establecido en el marco del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
“Los Estados Unidos denuncian que las medidas establecidas en el decreto del 13 de febrero de 2023 de México, específicamente la prohibición del uso de maíz biotecnológico en tortillas o masa, y la instrucción a las agencias gubernamentales mexicanas de sustituir gradualmente, es decir, prohibir, el uso de maíz biotecnológico en todos los productos para consumo humano y para la alimentación animal. Las medidas de México no se basan en la ciencia y socavan el acceso al mercado al que accedió en el T-MEC”, dijo Tai en un comunicado.
Sin embargo, la Secretaría de Economía respondió que se encuentra preparada para defender la posición de México ante un panel internacional y demostrar “que la regulación nacional es consistente con los compromisos suscritos en el Tratado y que las medidas impugnadas no tienen afectaciones comerciales”.
La representante Comercial de Estados Unidos dijo que “es fundamental que México elimine sus medidas de biotecnología incompatibles con el T-MEC para que los agricultores estadounidenses puedan seguir accediendo al mercado mexicano y utilizar herramientas innovadoras para hacer frente a los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria”.
El gobierno de México, añadió la secretaría de Economía, confió en que se puedan resolver las diferencias entre las partes.
Respecto al maíz genéticamente modificado, algunos expertos mexicanos han alertado que las semillas o alimentos genéticamente modificados tienen efectos negativos sobre las plantas y la salud humana.
Es el caso del científico mexicano David Schubert, doctor en inmunología y profesor del Instituto Salk para Estudios Biológicos en San Diego, California quien desaconseja el uso del maíz transgénico por varias razones, entre ellas:
1) La falta de necesidad. El maíz no es un cultivo severamente amenazado por ninguna plaga.
2) El riesgo ambiental. El maíz es nativo de México y los transgenes contaminarán y degradarán, de manera incuestionable, sus poblaciones naturales.
3) Más altos costos. La compra anual de semillas aumentará los costos en todos los niveles de la cadena alimentaria. Los pequeños agricultores y los campesinos, que son los nodos más importantes del sistema de producción agrícola en México, serán los más afectados por los altos costos.
4) Dependencia social y política. Una vez que las compañías extranjeras controlen el mercado de semillas de cualquier planta, seguirán introduciendo semillas genéticamente modificadas de otras especies.
5) No es reversible. Cuando el maíz transgénico sea introducido en México, aun en una escala modesta, contaminará de manera irreversible a las variedades nativas.
En cuanto a la salud, el científico mexicano dijo, en una carta enviada en 2015 al entonces presidente Enrique Peña Nieto, que el maíz transgénico contiene una proteína llamada “Bt” que es altamente tóxica.
