Las micro y pequeñas empresas son el 99% de los establecimientos del país y concentran a más del 53% del personal ocupado, destaca el Instituto Mexicano para la Competitividad.
Sin embargo, su posición es de mayor vulnerabilidad económica pues solo concentran el 30% de los ingresos y en con frecuencia se encuentran en la informalidad, ya sea por no estar registradas ante Hacienda, no brindar Seguro Social ni tener registros contables ordenados.
La declaratoria de emergencia sanitaria por la epidemia de Covid-19 trae retos para este sector de la economía, pues “estos negocios podrían no tener ningún ingreso durante un mes, mientras que sus costos fijos como renta y nómina y el pago de impuestos siguen corriendo”, señala el IMCO
Las posibles salidas para los empresarios es recortar costos, vía recorte salarial o despidos de persona, sin embargo, el IMCO considera que “el Gobierno y las empresas deben ser corresponsables al apoyar el empleo y los ingresos de los trabajadores y sus familias”.
El IMCO propone a los gobiernos federal y estatales poner en marcha inmediatamente planes económicos a través de una expansión del gasto público a corto plazo, dirigido a los sectores más importados.
“Los apoyos a los trabajadores afectados debe llegar lo antes posible, ya sea de manera directa o vía apoyo a las empresas”, propone dicho el centro de estudios.
Asimismo, proponen que los apoyos estén localizados a los empleados identificados dentro del nivel de ingresos más bajos o aquellos que dependen de sus propinas, del turismo o de estar en la calle.
De esta forma se logra un triple beneficio: evitar el cierre de empresas, evitar la caída de ingresos de los trabajadores y ayudar a las personas a que se queden en casa, aseguran.
Además, los gobierno deberían trabajar de forma coordinada para el otorgamiento de los apoyos de tal forma que se sumen y amplíen los alcances, en lugar de duplicar y beneficiar dos veces a las mismas unidades económicas.
El IMCO propone a las Micro y Pequeñas Empresas estrategias dude reducción de costos, revisar las prioridades de gasto y aprovechar los tiempos de gracia de las instituciones bancarias en caso de que tengan un crédito activo.
