2018: el año récord del “huachicol”
En los últimos meses de gobierno de Peña Nieto, de enero a octubre, el registro alcanzó las 12,581 tomas clandestinas.
Los ductos de PEMEX se convirtieron -durante el sexenio de Peña Nieto- en una coladera, con miles de fugas por donde se extraen cientos de miles de litros de combustibles.
De acuerdo con información publicada por Petróleos Mexicanos, durante el último año de gobierno de Felipe Calderón, las tomas clandestinas a ductos ascendieron a 1,635.
En los últimos meses de gobierno de Peña Nieto, de enero a octubre, se alcanzó la cifra récord de 12,581 tomas clandestinas, un 21% más que en todo el 2017. En promedio, cada mes del 2018 se detectaron 1,258 tomas clandestinas.
Los feudos del “Huachicol”
Las tomas clandestinas están altamente concentradas en siete estados de la república, los cuales se convirtieron en feudos del “huachicol.
Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Puebla, Tamaulipas y Veracruz concentraron el 79.8% de las tomas clandestinas, de acuerdo con el “Reporte de tomas clandestinas en 2018” publicado en el sitio web de PEMEX.
En contraste, siete estados de la República, no registraron tomas clandestinas en el periodo enero-octubre del 2018: Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Nayarit, Quintana Roo y Zacatecas.
Información por cada municipio,”reservada”
A pesar del interés de los ciudadanos por conocer a profundidad el fenómeno del robo de combustibles, Petróleos Mexicanos consistentemente declaró como información reservada el detalle municipio por municipio de la ordeña de ductos.
El argumento esgrimido por el Comité de Transparencia de la empresa productiva del estado fue consistentemente fue que dar a conocer dicho nivel de detalle podría entorpecer las estrategias institucionales contra el delito.
“La información… contiene por una parte un nivel de detalle de datos que exponen y vulneran las estrategias implementadas para combatir el robo de hidrocarburos; por la otra, guarda relación con la actividad económica de PEMEX”, lo cual daría a conocer secretos comerciales que podrían representar pérdidas para la empresa.
Sin embargo, en las respuestas a las peticiones de información, se reconoce que “la ordeña de ductos de PEMEX no es un problema que esté presente en todos los municipios del país, de hecho, es un fenómeno que se concentra en regiones muy especificas”.
Asimismo, la empresa aseguraba que “se diseñan estrategias que permitan contener la ordeña de ductos de PEMEX haciendo uso de herramientas tecnológicas, con las cuales se pueden analizar los patrones geográficos del robo de combustibles y determinar cuáles son las zonas del país en donde hay más tomas clandestinas y consecuentemente las zonas de mayor influencia de la delincuencia organizada”.
¿Mayor recuperación de combustibles robados?
Y aunque el registro de tomas clandestinas se multiplicó, para José Antonio González Anaya, director general de PEMEX en 2017, el fenómeno iba retrocediendo.
Al comparecer ante los diputados integrantes de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, en octubre de 2017, reportó un incremento en el monto de combustibles recuperados y personas detenidos por el delito.
Sostuvo que durante el año 2016, recuperaron 4 millones de litros de combustibles, mientras que al 20 de septiembre de 2017, la cantidad ascendió a 11 millones de litros.
Asimismo, reportó que las personas detenidas pasaron de 900 a 1,400, y los vehículos decomisados incrementaron de 2,600 a 5,000.
Las cifras, dijo González Anaya, fueron producto del trabajo de un grupo interinstitucional encabezado por Hacienda, PGR y PEMEX donde se analizaban las irregularidades en los comportamientos de consumo de las gasolineras.
Además, en el Libro Blanco “Diseño y Aplicación de la Estrategia Integral de Salvaguardia para Petróleos Mexicanos y sus Empresas Productivas Subsidiarias” reportan la recuperación de 15 millones de litros de hidrocarburos gracias a la clausura de 70 estaciones de servicio que no acreditaron la legal procedencia de los combustibles que comercializaban.