La Iglesia católica reformó a través del documento denominado Constitución Apostólica “Pascite Gregem Dei” el Código Canónico. Es decir aquél que rige a los miembros de la Iglesia Católica.
Las reformas se centraron en materia penal, particularmente en materia de abuso a menores, debido a los recientes escándalos en materia de pedofilia.
De acuerdo con Monseñor Lannone, presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, se han previsto nuevas penas, como la reparación, la indemnización por daños y perjuicios, la privación de toda o parte de la remuneración eclesiástica.
Así como que algunas penas que antes estaban previstas sólo para los clérigos se extienden ahora a todos los fieles, como consecuencia de que hoy existe una mayor participación en la vida de la Iglesia con el ejercicio de ministerios y oficios por parte de los no clérigos.
Monseñor Lannone precisa que también se prevén medios de intervención más adecuados para corregir y prevenir los delitos, porque la posibilidad de prevenirlos es uno de los objetivos del sistema penal.
Los delitos se enumeran en el capítulo: “Delitos contra la vida, la dignidad y la libertad del hombre”. En el cual se introdujo el delito de abuso de menores cometido no sólo por clérigos, sino también por miembros de institutos de vida consagrada y otros fieles.
El documento signado el 23 de mayo de 2021, entrará en vigor en 8 de diciembre de 2021.
