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Robaron placas de monumento a Mariano Escobedo: héroe que combatió en Querétaro

Trascendió en estos días el robo de las placas que acompañan al monumento a Mariano Escobedo en el Cerro de las Campanas: pero ¿Te has preguntado la razón de que esa estatua de dicho personaje de la vida nacional se encuentre ahí?.

De hecho, la secundaria federal número 2 de nuestra ciudad también leva su nombre. Pero ¿Quién fue Mariano Escobedo?. Llegó a ser gobernador de dos estados: San Luis Potosí, y su natal Nuevo León donde nació un 16 de enero de 1826, específicamente en un rancho conocido como “el Tunal”. Para llegar a ocupar los importantes puestos que ocupó en la política de nuestra entonces recién fundada República, como también el cargo de Senador, Mariano Escobedo tuvo una destacada carrera militar.

A sus 20 años, Mariano Escobedo ya se había alistado en la Guardia Nacional, e inmediatamente tuvo que ver acción en el campo de batalla durante la intervención norteamericana: en combates como La Purísima, Tenerías, Cerro del Obispado, la batalla de la Angostura y la acción del cañón de Santa Rosa. Sobresale que durante este periodo, Mariano Escobedo logró apresar a 37 soldados estadounidenses.

De ahí en adelante, sus hazañas militares fueron aumentando: participó en la revolución de Ayutla, donde terminó alcanzando el grado de capitán, y posteriormente durante la defensa de la constitución en 1857 y la guerra de reforma continuó teniendo actividad en el campo de batalla. De hecho, llegó a ser capturado por el ejército de Tomás Mejía en 1857 en Río Verde, pero logró escapar envuelto en un petate en el lomo de un burro. Inmediatamente tras lograr su escape, Mariano Escobedo pidió ser reintegrado a las fuerzas militares para continuar en combate.

Ya durante el periodo de la intervención francesa en 1866, y tras haber alcanzado el grado de brigadier: Mariano Escobedo organizó el último asalto para tomar preso al emperador Maximiliano de Habsburgo, hazaña para la cual tuvo que concentrar a todas las fuerzas del ejército mexicano en Querétaro, y tras la cual Maximiliano fue fusilado en el cerro de las campanas. Haber puesto fin a esa guerra, le valió el grado de comandante supremo de los ejércitos republicanos, la máxima condecoración. Es por ese motivo que, a las faldas del cerro de las campanas, se erigió este monumento.

Te dejamos un detalle adicional: en este tipo de monumentos, se suele dar un significado a las patas que tiene levantadas el caballo que monta el homenajeado. Cuando muere en batalla, tiene dos patas levantadas. Y cuando muere de heridas obtenidas en la guerra, pero no en batalla: tiene una pata levantada, tal como es el caso de la estatua de Mariano Escobedo.

Fotos: Update México

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