Hasta lo más literal puede tener varias interpretaciones. Los puntos de vista varían de persona a persona y logran llegar a los polos opuestos. Cada uno de nosotros lo hemos experimentado en varios momentos a lo largo de la vida. También hay claros ejemplos de ello en diversos medios, como el comic, donde la creatividad es eje principal. Y si de polos opuestos hablamos, no hay mejor ejemplo que el de Daredevil vs The Punisher.
El 5 de abril de 1988 fueron publicados dos comics distintos con la misma historia. O casi, ya que cada uno de ellos la muestra con la perspectiva de su protagonista.
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Daredevil #257, fue escrito por Ann Nocenti, lápices de John Romita junior, tintas de Al Williamson, letras de Joe Rosen, colores de Christie Scheele y fue editado por Ralph Macchio. Se titula, “The Bully”.
Por su parte, The Punisher #10, fue escrito por Mike Baron, lápices de Whilce Portacio, tintas de Scott Williams, rótulos de Ken Bruzenak, colores de John Wellington y fue editado por Carl Potts. Se titula, “The Creep”.
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El relato sigue la pista de un asesino en serie que ha introducido cianuro en botes de pastillas para el dolor de cabeza (ácido acetilsalicílico) y en enjuagues bucales, provocando algunas muertes y el pánico general en la población de New York.
La historia tiene base real en un famoso caso de 1982, cuando un homicida desconocido introdujo cianuro en botes de Tylenol, matando a 7 personas, entre las que se incluye a una niña de 12 años. A la vez, esto produjo que otros imitadores hicieran lo mismo. El responsable nunca fue encontrado, pero llevó a que las farmacéuticas pusieran una tapa de papel adherido entre el frasco y la tapa.
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En los comics, los hechos llevan a que dos seres totalmente distintos investiguen el caso para encontrar al homicida. Tanto The Punisher como Daredevil, encuentran al desquiciado hombre y deciden detenerlo. La diferencia es que, mientras que Daredevil desea llevarlo ante un tribunal, The Punisher planea terminar con su vida en ese momento. Esto lleva al inevitable conflicto entre ambos vigilantes.
Dependiendo del número que leamos, encontraremos argumentos convincentes, además de una interpretación distinta de la narrativa y de la visión de los creativos.
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Como siempre, la rivalidad entre Frank Castle y Matt Murdock es entretenida y plantea puntos válidos para cada bando. La enemistad entre ambos es muy profunda, pese a que buscan el mismo objetivo: la justicia.
El momento estelar se da cuando Punisher ha sometido al homicida y está a punto de arrojarlo de la azotea de un edificio. Al llegar Daredevil, tratarán muy superficialmente de llegar a un acuerdo pero, al no lograrlo, inicia la pelea.
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La interpretación de la historia por parte de cada equipo creativo es muy libre y no hay muchos puntos de coincidencia en la narrativa, salvo un par de escenas y algunos diálogos cortos. El combate es relatado de distintas maneras por Whilce Portacio y por John Romita junior. Juntas, dan un panorama más amplio y mejoran la experiencia. Sin embargo, cada capítulo está creado de manera independiente, por lo que no es necesario leer el otro. Aun así, si encuentras alguna en recopilación, lo más seguro es que también se incluya la otra.
The Punisher #10 y Daredevil #257, se publicaron hace 35 años.
