El 2 de julio de 1963 fue un día muy importante para Marvel Comics. Lo comentamos de la misma manera al inicio de la nota donde hablamos acerca del estreno del comic The Avengers #1 y como tuvo que ser terminado de última hora, debido a que el lanzamiento de Daredevil #1, se retrasó. Pues bien, otra importante revista de Marvel llegó ese mismo martes: The X-Men #1, de 1963.
El caso de Daredevil es muy interesante y lo retomaremos cuando llegue su 60 aniversario, en febrero de 2024 (tal fue el retraso en su proceso, que pasaron siete meses más para que arribada a los expendios de periódicos). Es ese, el comic que cerró el periodo inicial de lanzamiento de nuevos héroes de Marvel Comics.
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Hasta ese momento, Marvel solamente podía publicar 8 comics al mes, debido a que la distribuidora que contrataron era parte de DC Comics, por lo que limitaban la cantidad de sus comics, no así las de revistas.
El dueño de la editorial, Martin Goodman, se había puesto en esa precaria situación años antes cuando firmó con la distribuidora más grande de Estados Unidos. Al poco tiempo, la empresa quedó bajo investigación y desapareció de la noche a la mañana. Fue entonces que debió acudir con la competencia para poder hacer llegar sus publicaciones a todo el país.
Como tenía 8 espacios para comics, Goodman publicaba 16 títulos bimestrales. Algunos de ellos, los más populares, podían volverse mensuales. Para mediados de 1963, Marvel estaba en posibilidad de ampliar en dos, la distribución de sus comics, por lo que Goodman pidió a Stan Lee que creara copias de Fantastic Four y Spider-Man. Así surgen X-Men y Daredevil. El segundo era una nueva versión del comic publicado por la difunta editorial, Lev Gleason.
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La estructura de X-Men es bastante similar a la de Fantastic Four y hasta se promueve en la portada: “¡En el sensacional estilo de Fantastic Four!”. The X-Men agregan un quinto miembro, así como un mentor. El concepto es el de una escuela, siguiendo el estilo de adolescentes con poderes como Spider-Man, que tanto éxito les estaba dando.
Stan Lee aseguraba que la idea de los mutantes de Marvel surgió por la prisa de la constante creación de héroes con sus respectivos orígenes. En el caso de X-Men, nacerían con dichos poderes. Y como su creación se da en los sesenta, la radiación seguía siendo motivo de fascinación y de temor. Así que los mutantes eran una consecuencia directa de esa energía.
El concepto de mutante no era nuevo y se usaba en la ciencia ficción de ese tiempo como en las revistas pulp. De hecho, el propio Stan Lee, con Steve Ditko, ya habían hecho una historia corta respecto a estos seres, donde incluso aparece un prototipo de Charles Xavier (Professor X):
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Otra famosa anécdota relatada por Lee, era que el comic se llamaría, “The Mutants”. Cuando le propuso el título a Goodman, este lo rechazó, afirmando que la gente no sabría lo que es un mutante. Entonces, Lee cambió el nombre a “X-Men”, siendo aceptado por Goodman. Lee cuestionaba que, si la gente no comprendería de botepronto lo que era un mutante, ¿cómo podrían saber lo que era un “Hombre X”? Lo cierto es que X-Men era un nombre más llamativo.
En 1982, un nuevo comic se integró a The X-Men, mismo que finalmente utilizaba parte del nombre original: The New Mutants.
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The X-Men, “¡los superhéroes más extraños de todos!”, era una escuela donde se aceptaba a los mutantes en secreto, se les enseñaba a usar sus poderes y también combatían al crimen bajo la tutela del profesor Charles Xavier.
Sus estudiantes eran, Cyclops (Scott “Slim” Summers), Iceman (Robert “Bobby” Drake), Angel (Warren Worthington III), Beast (Henry “Hank” McCoy) y en el primer número se integra Marvel Girl (Jean Grey).
Algunas características separaban a The X-Men de The Fantastic Four, ese era el plan después de todo. Otras, eran parecidas. El grupo contaba con el hombre fuerte: The Thing/Beast; una mujer con poderes invisibles y que, potencialmente, las colocan como las más poderosas de sus respectivos equipos: Invisible Girl/Marvel Girl. También tenían a los más jóvenes, con poderes opuestos: Human Torch/Iceman.
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Beast cambió al poco tiempo y, además de ser fuerte, era una eminencia científica al estilo Reed Richards, separándolo de The Thing, un modesto tipo de barrio, aunque con la suficiente preparación para ser piloto de guerra y astronauta.
El papel de Richards (Mister Fantastic), se divide entre el mencionado Beast (científico), Cyclops (tímido líder de campo) y Xavier.
El villano del primer número es Magneto, con cierto parecido a Doctor Doom, acérrimo enemigo de los Fantastic.
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Años más tarde, de algún lado surgió la idea de que el concepto de los X-Men y de Magneto, partía de las ideologías similares en concepción, pero opuestas en ejecución, de –respectivamente- Martin Luther King (cuya “traducción” del nombre, es “Martín Lutero”) y de Malcolm X (incluso, ahí tenemos nuestra “X”). Sin embargo, esta versión fue adoptada más tarde por Lee.
Cierto, en los primeros números de los X, se habla de la lucha de los mutantes por la aceptación y como, pese al rechazo de la sociedad, pelean por el bienestar común. Al terminar de combatir al crimen, deben ocultar sus identidades (como el resto de los superhéroes y a excepción de los Fantastic Four, quienes eran celebridades). La lucha por la igualdad fue cobrando fuerza en los Estados Unidos en esa década. Grupos oprimidos peleaban por ser reconocidos.
The X-Men es un buen ejemplo de cómo el comic de superhéroes va más allá de peleas entre buenos contra malos. La ideología y posturas políticas han formado parte de su ADN desde el inicio. El subtexto va mucho más allá de trajes coloridos, ladrones de bancos o tiranos que buscan dominar al mundo.
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Por desgracia, ni Lee ni Kirby permanecieron mucho tiempo en este comic, por lo que no este se estancó sin ellos, pese a loables esfuerzos por parte de gento como Roy Thomas y Werner Roth. Sin embargo, los pocos números producidas por Kirby y Lee, se convirtieron en un manual utilizado por escritores y artistas durante las siguientes décadas.
Kirby tuvo que dejar ese comic después de 11 números, aunque siguió contribuyendo con conceptos hasta la salida de Lee, en X-Men #19. Jack Kirby se encargaba del argumento general y de los lápices de la mayoría de los comics de Marvel, mientras que Lee editaba y coordinaba toda la línea. Era Lee también, quien terminaba los guiones.
También existe la creencia de que The X-Men, son una copia de Doom Patrol, comic de concepto similar que debutó unos meses antes en DC Comics y su cocreador, el escritor Arnold Drake, aseguraba que así había sido. No obstante, el tiempo de publicación entre uno y otro es muy corto (de apenas de dos meses y medio), por lo que la teoría del espionaje no es tan factible. Aquí te presento el debut de Doom Patrol en My Greatest Adventure #80:
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Por otra parte, Jack Kirby no era conocido por plagiar ideas; al contrario, era una máquina de producción. Stan Lee lo sabía y lo dejaba operar casi libremente. Años más tarde, Drake retractó sus comentarios. Y aún más sorprendente fue el hecho de que el propio Drake escribió -durante 1968 y 1969-, algunas ediciones para The X-Men (del #47 al #54). Ese mismo año, Drake se reincorporó a DC Comics.
Arnold Drake es cocreador (con Jim Steranko), de Lorna Dane, Polaris, poderosa mutante de habilidades magnéticas que fuera pareja sentimental de Iceman y de Havok. Dane es una de las X-Women de más arraigo (y de quien se descubrió años más tarde, que es hija de Magneto).
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Como hemos acotado en otras ocasiones, las historias tras bambalinas de la creación de los comics y las personas involucradas, pueden ser igual de interesantes que las que leemos en sus páginas.
The X-Men #1 cumple 60 años de su publicación (el mismo día que The Avengers #1). Te presento ese artículo:
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Y te dejo un par de notas de otros días importantes para Marvel, como el 5 de junio de 1962, con el debut de Thor, Spider-Man y Ant-Man:
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El día del estreno del comic de Spider-Man, el debut de Iron Man y la primera pelea entre The Thing y Hulk, el 10 de diciembre de 1962:
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Y el 5 de marzo de 1963, con la llegada de The Wasp y Nick Fury:
