El cantante, de Andrés Calamaro, no solo es el nombre del álbum de 2004, es una descripción muy vaga de sus cualidades.
Y es que el argentino no se limita a la expresión melódica vocal; bastante ha aportado a la música de su país desde los lejanos días en que formaba parte de Los abuelos de la nada y hasta su debut en solitario en 1984, con Hotel Calamaro. El bonaerense, también integrante de Los Rodríguez, usa la música como lengua materna y se desempeña en una variedad de géneros que le evita las etiquetas.
Fue en febrero de 2004, que Calamaro lanzó una nueva producción discográfica de larga duración. La intención inicial es que fuera integrado únicamente por covers seleccionados por el músico, mas conforme continuó el proceso, se adicionaron tres canciones originales.
Los tracks nuevos fueron “Estadio Azteca”, “La libertad” y “Las oportunidades”. El primero fue coescrito con Marcelo Scornik y el segundo, con Gringui Herrera. El tercero fue compuesto enteramente por Calamaro.
“Estadio Azteca” es un tema que aborda los contrastes de la vida, tomando como punto de referencia el momento en que el protagonista, conoció el gigantesco estadio mexicano, dedicado principalmente a los eventos futbolísticos, dejándole un profundo impacto. Más que hablar de futbol, la canción habla de lo que habría de venir, del punto de partida en que uno descubre que la vida es más grande de lo que se imaginó.
“La libertad”, no oculta mucho mensaje en su letra, de manera literal nos dice que esta condición nos ronda a todos, todos la buscamos y cada uno la vive de distinto modo, dándole distinto significado y valor. Por supuesto, Calamaro también rememora a los desafortunados que no pueden hacer más que desearla.
Por último, “Las oportunidades”, es otra composición literal con buena rima. Las oportunidades hay que tratar de verlas y de tomarlas, pues estas no nos avisarán que están frente a nuestros ojos. O podrían hacerlo… cuando ya se han alejado.
Los temas clásicos incluidos en El cantante, son una selección exquisita de autores argentinos y de habla hispana.
No pueden faltar los tangos. Y vaya tango que elije Andrés para interpretar; tal vez se trate del más famoso en la historia de dicho género musical y no puede pertenecer a otro sino a Carlos Gardel. ¿Cuál es? Por supuesto… “Volver”.
Gardel regresa en otro momento, con “Sus Ojos Se Cerraron”.
Canciones representativas de sus respectivos países son, “La distancia”, de Roberto Carlos (Brasil); “Voy a Perder la Cabeza por tu Amor”, de Manuel Alejandro y Ana Magdalena (España) y el que le da nombre a la producción, “El cantante”, del panameño Rubén Blades y que fue muy conocido en la voz del puertorriqueño, Héctor Lavoe.
Otros clásicos que podemos escuchar aquí, son “El arriero”, y el mix, “Alfonsina y el mar/ Zamba de mi esperanza”, por citar un par.
Así que, “El cantante”, es un buen catálogo de los logros musicales de la lengua hispana y sus representantes en la singular interpretación de Andrés Calamaro y que hoy recordamos a 20 años de su estreno.
Te presento otra nota con buena música argentina, la de Fito Páez:
