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El Hombre de Papel, con Ignacio López Tarso.

El consenso general es que esta película es muy triste (y habrá quien te diga que prefiere no volver a verla). Mas no es así. Es El Hombre de Papel, con Ignacio López Tarso.

La cinta, basada en “El billete” del gran escritor Luis Spota, es dirigida por otro grande, Ismael Rodríguez y su narrativa es innovadora al tiempo que nos plantea una historia conmovedora que nos deja muchas cosas a la interpretación. Esto lo podemos ver desde la misma secuencia de créditos iniciales cuando aparecen los nombres de los participantes sobre recortes de periódicos.

Otro punto estético y narrativo interesante, son las panorámicas tomas aéreas que nos muestran las distintas caras de la Ciudad de México de los años sesenta, pero cuyas historias se pueden colocar perfectamente en cualquier rincón del mundo. La discriminación y la pobreza, aunque se maquillen, están ahí, en los cimientos de cada sociedad.

Ignacio López Tarso puede ser considerado uno de los grandes actores del cine mexicano y, pese a que lo perdimos a los 98 años, el 11 de marzo de 2023, continúa siendo cátedra en su ramo. Si queremos encontrar un buen ejemplo de su trabajo, tan solo basta con ver esta producción de una hora con cincuenta minutos de duración.

López Tarso interpreta a un pepenador mudo (lo que le genera discriminación en un sector ya de por sí discriminado) y, quien, sin pensar mucho en nada, hace su vida, disfrutando de la ciudad y de su gente, ganándose el pan de cada día y compartiéndolo. El dinero que gana, lo gasta en él y en los niños, regalándoles “pirulís” (caramelos de bajo costo en forma de conos a manera de paletas, conocidos también como chupirules o chupetes).

Un día, un automovilista atropella al perro del pepenador, Adan, dejándolo sin nadie en el mundo. Adán no puede hablar, pero sí escuchar; tampoco sabe leer, escribir ni comunicarse por medio del lenguaje de señas.

Un día, Adán se encuentra un billete de altísima denominación (diez mil pesos mexicanos de los años sesenta). Sin embargo, aunque se percata de que tiene un enorme valor, no sabe cuánto es (y por la misma razón, es mejor que el espectador tampoco sepa exactamente el valor del mismo).

Aparentemente, Adán se va quedando sin amigos cuando a los pocos que tiene, les notifica la posesión del billete. Algunos no solo quieren compartirlo, sino que se lo quieren robar. Adán, aunque puede parecer avaro, en realidad es precavido, lección que le ha dejado una vida de abusos y de pobreza. Además, se establece al inicio del filme que a él no le importa compartir sus ganancias.

Normalmente nos daremos cuenta con quién contamos en los malos momentos, pero ¿podremos darnos realmente cuenta de con quién contamos en los buenos? Adán lo va descubriendo poco a poco.

Adán, en el fondo, no quiere dinero, quiere la felicidad. Y para él, es una novia y un hijo. Por su condición, cree que las mujeres solo se burlarán de él, lo que también lo vuelve retraído. Al toparse con el billete, cree que le será más fácil conseguir ambos. Obviamente, no es así.

Es aquí donde surge la creencia de que la película es triste cuando no hace más que mostrar lo complicado de una vida que debe en ir contra de todo y de todos; no obstante, Adán ha peleado toda su vida y, como resultado, aprecia más los pequeños detalles sin obnubilarse por las apariencias. Su condición social y física le ha permitido escudriñar en las almas y, al mismo tiempo, mantener su inocencia y su pureza.

Esa misma cualidad le permite darse cuenta cuando alguien no es sincero con él. Casi siempre.

Adelantándome al final, pero sin decir de más para no echar a perder la experiencia de quienes aún no descubren esta gema, puedo comentar que Adán obtiene no solo lo que ha buscado sino lo que en verdad se merece.

El hombre de papel es famosa, en parte, por la intervención de Luis Aguilar, quien da vida a un ventrílocuo caído en desgracia y que se gana la vida entreteniendo a los niños con su muñeco, Titino. El mueco y su dueño no pierden la oportunidad de sacar provecho de Adán en cuanta posibilidad tienen.

En cuanto a lo histriónico, uno de los mejores momentos del filme es la secuencia en la que Adán describe la manera en que cuidará de su hijo, si es que llega a tenerlo; este momento es una pequeña película dentro de la película. El actor transmite con maestría su deseo y planes para tratar de convencer a la directora de una casa hogar que le permita llevarse a un huérfano.

Además de López Tarso, encontramos un elenco extraordinario como Alida Valli
(la italiana), José Ángel Espinosa “Ferrusquilla” (Torcuato), Rita Macedo (Rita, esposa de Torcuato), Famie Kaufman “Vitola” (prostituta), Susana Cabrera (la gorda), Columba Domínguez (directora de la casa hogar) y el arriba mencionado, Luis Aguilar (ventrílocuo).

Asimismo, varias personalidades del entretenimiento mexicano hacen apariciones cortas (cameos), como Pedro Vergas, Lola Beltrán, Julio Alemán, Cuco Sánchez, Carlos Ancira, David Silva y Pedro de Urdimalas, por citar algunos.

La dirección de Rodríguez, con la fotografía de Gabriel Figueroa y la edición de Jorge Bustos, crean una obra de gran valor y que se ha ganado un lugar entre los mejores filmes que México puede ofrecer.

El hombre de papel, se estrenó el 5 de septiembre de 1963, por lo que llega a los 60 años en 2023.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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