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En las calles de Filadelfia.

1993 era un tiempo muy distinto en muchos aspectos; en otros, es exactamente igual. Tal como podemos ver en las calles de Filadelfia.

Ese año, el filme llamó la atención, tanto por su temática como por su magnífica realización. Más allá de predicar moralidad, fue una herramienta para abrir los ojos a través de una historia parcialmente ficticia, con mucho de realidad.

Y es que, en Philadelphia, se aborda uno de los grandes padecimientos de la sociedad… el prejuicio.

(En las calles de Filadelfia)

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Comencemos por decir que, Philadelphia, es un filme de gran ritmo; podría ser demasiado técnica por su tema legal, más fluye con naturalidad y tampoco cae en el drama excesivo.

Al inicio de la película vemos varias calles de esa ciudad, que es importante para el país estadounidense ya que fue donde se proclamó su independencia en 1776, aunque se sabe que esta no aplicó para todos. Aún en 1993, muchos luchaban por su libertad y por sus derechos.

Lo que vemos es gente común en parajes citadinos normales; no se ve lo más elegante, sino lo cotidiano. Todo, al ritmo de “Streets of Philadelphia”, canción compuesta y ejecutada por “El Jefe”, Bruce Springsteen, especialmente para esta cinta y que le dio un premio Oscar a Mejor Canción, además de cuatro Grammys.

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Jonathan Demme, director neoyorquino nacido en 1944, tomó Philadelphia como su siguiente producción a The Silence of the Lambs (El silencio de los inocentes o El silencio de los corderos, 1991), con la que había alcanzado un nuevo nivel en su carrera.

Otro ganador del Oscar con este filme, fue Tom Hanks, por su interpretación del promisorio abogado Andrew Beckett, quien es despedido del afamado despacho para el cual trabaja, cuando los socios se enteran de que ha contraído SIDA. Para librarse de él, lo culpan de negligencia e incompetencia para cumplir con su trabajo, pese a que las evidencias indican todo lo contrario.

Beckett a buscar ayuda de otros abogados para representarlo, pues también está en una etapa de la enfermedad en que su estado físico ya no es óptimo. Sin embargo, el prejuicio le cierra las puertas.

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Después de ser rechazado por nueve abogados, Beckett acude como último recurso a un viejo rival, Joe Miller (Denzel Washington), quien acepta prácticamente cualquier caso. Cuando Miller descubre que el problema de Beckett involucra su enfermedad, rechaza su caso.

Entonces, Beckett no ve otra alternativa que representarse a sí mismo. Poco después, Miller encuentra a Beckett en una biblioteca donde prepara su caso. Al descubrir la discriminación y rechazo que sufre públicamente, Miller decide ser su abogado. El único problema es que Miller es homofóbico.

Contada de manera natural, Philadelphia lleva al espectador en el tiempo durante el proceso legal, dando los brincos necesarios hasta los momentos cruciales. Demme elige bien los sucesos relevantes del caso y no se sumerge en los tecnicismos.

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Por otra parte, el director se centra en la vida de los personajes y no en el lucimiento técnico, ubicando así el protagonismo donde quiere. Esto no significa que Demme suprima la destreza técnica, dado que la cámara se vuelve narradora directa en varios momentos. Por ejemplo, en la secuencia en que Beckett sufre una crisis en el juzgado, la secuencia es con una misma cámara desde el instante en que comienza a sentir mareos hasta el momento en que se desploma ante todos, con una imagen cenital dando giros por encima de la gente.

Filadelfia es una muy buena película que entrega un mensaje emotivo y de reflexión, llevándonos a cuestionar varios puntos. Es, a su vez, una fotografía de su momento y que nos pide no olvidar. Su estreno fue el 22 de diciembre de 1993, en Estados Unidos y en 2023, cumple 3 décadas.

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Ahora te ofrezco otros reportajes acerca de cine y música de nuestros involucrados, como El silencio de los inocentes, dirigida por Jonathan Demme:

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Forrest Gump, de Tom Hanks, dirigida por Robert Zemeckiz:

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Y el álbum de Bruce Springsteen, Western Stars, de 2019;

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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