El pináculo de la fama para Jamiroquai duró varios años. Inició en los 90’s y para 2005, continuaban siendo una de las bandas de mayor fama en el planeta. Por cierto, una tardía aclaración en le remoto caso de que sea necesario: Jamiroquai es el nombre del grupo, no del cantante. Durante algún tiempo corrió ese rumor y se decía que se debía a las raíces étnicas del volcalista, Jay Kay. Totalmente falso. De hecho, el grupo se formó en 1992 en Londres, Inglaterra.
La mezcla musical de géneros como el electrónico, jazz, R&B, acid jazz, jazz fusión, rock, funk y otros, fue una de las características por las cuales llegaron a la fama. En Dynamite, liberado al mercado el 15 de junio de 2005, la agrupación continuaba con las buenas propuestas.
La producción contó con tres sencillos, “Feels Just Like It Should”, de ritmo frenético y pegajoso, en contraste con el segundo, “Seven Days in Sunny June”, una balada acústica que se disfruta por sus tonos alegres y nostálgicos.
“(Don’t) Give Hate a Chance”, tercer corte promocional del disco de 12 canciones, hace una caravana en su título a “Give Peace a Chance” de Lennon. Por cierto, el video presentaba animación de computadora y a la famosa mascota de Jamiroquai, Buffalo Man.
Dynamite es una producción, como las demás, de denuncia, de conciencia ambiental. Todo envuelto en un buen ritmo y con alta producción musical, variedad, actitud y estilo.
Con el tiempo, el grupo liderado por Jay Kay (J.K.), ha producido menos música; pero cuando lo hacen, es todo un suceso. Dynamite es la sexta de ocho producciones. Cada uno tiene mucho que ofrecer y pese al correr del tiempo, se escuchan actuales, tanto en temática lírica como musical. Es una placa rítmica, con una gran mezcla y producción, una de esas que cada vez que se programa, dan ganas de subir al volumen, apreciar la instrumentación, sus mensajes y dejarse contagiar con esa energía que sólo la música puede dar.
Dynamite de Jamiroquai cumple 15 años de haber llegado; se lanzó primero en Japón y, poco a poco, al resto del mundo.
