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Motörhead: Entre la guerra y la paz.

Mucho de lo que conocemos de la música rock se lo debemos a Motörhead, tanto visual como armónicamente. La imagen del rockero ataviado de piel negra, con estoperoles y parafernalia un tanto más allá del biker, surgió gracias a la banda inglesa que se integró en Londres, Inglaterra, en el año de 1975.

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Como pilares del metal -que ya existía, pero que Motörhead ayudó a definir-, heavy y speed, el grupo tuvo grandes contribuciones durante su carrera. Como nota al margen, se acaban de cumplir 5 años de la desafortunada muerte del cantante, bajista, compositor y creador, Ian “Lemmy”, Kilmister, ocurrida el 28 de diciembre de 2015 cuando tenía 70 años.

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El 26 de febrero de 1991, Motörhead presentó al mundo su álbum número 16 de estudio, titulado 1916. Ya en ese tiempo, la banda tenía poco que probar al mundo y se nota que la diversión fue parte del proceso creativo. Tiene canciones serias, como es costumbre, pero también otras donde experimentan con ritmos cono el rock and roll (“Going to Brazil”) y hasta el Rhythm and Blues (“Angel City”). Esto puede que no agrade a todos sus fans, más como experimento da buenos resultados.

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La placa también contiene el tributo a la banda de punk neoyorkino –y allegados a Motörhead-, titulado R.A.M.O.N.E.S. Los propios The Ramones grabaron una versión tiempo después.

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En contraste a su contenido general, el título y la canción que cierra, 1916 es una referencia al año en que se llevó a cabo la batalla de Somme –entre británicos y franceses contra los alemanes-, durante la Primera Guerra Mundial, una de las más largas y sangrientas, con más de un millón de muertes. El track habla de jóvenes que se enlistan con tan sólo 16 años de edad para encontrar la muerte prematura. 1916 tiene algunas duras frases como “Dios de mi lado y un arma en mi mano, persigo mis días hasta llegar a cero”. Es una balada de tonos tristes, como un himno o música sacra con toques de banda de guerra, que bien podía haber cabido en algún disco de Pink Floyd.

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La extraña, pero bien lograda mezcla de sensaciones y ritmos, dieron como resultado un renacimiento en el interés popular por Motörhead, con nuevos fans jóvenes atraídos hacia sus creaciones. El proceso fue algo accidentado, con un constante cambio de productores, más al final surgió algo sumamente interesante, 1916, material que cumple 30 años.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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