Hace unos días hablamos de la llegada de la edición número 100 del comic de las Tortugas Ninja en su volumen más reciente. Hoy, de las Teenage Mutant Ninja Turtles a 35 años.
El llegar a 100 ediciones en un comic, representa todo un logro, pues a menudo son cancelados por falta de ventas o relanzados para generar mayor interés con un nuevo número 1. Esto último, suele suceder porque se cree que cualquier #1 subirá de precio, lo cual genera especulación en el mercado y una alta demanda por este tipo de ejemplares. Este interesante fenómeno es digno en sí de un artículo, pero no lo haremos en esta ocasión.
Hoy hablaremos de la creación del comic de las Tortugas Ninja, que vio la luz por vez primera e1 1 de mayo de 1984, por lo que en 2019, los personajes cumplen 35 años de vida. Aquí te dejo el link de nuestra primera parte:
https://www1.updatemexico.com/uplife/upshow/teenage-mutant-ninja-turtles-100/
La idea surge de los entonces jóvenes Peter Laird y Kevin Eastman, fanáticos de los comics. Para inicios de la década, Marvel Comics dominaba el mercado con The X-Men, en una segunda generación de personajes (entre los que se cuentan Wolverine, Nightcrawler, Storm y Colossus).
X-Men era escrito por Chris Claremont y con arte de David Cockrum. posteriormente, ilustrado por John Byrne y Terry Austin. El concepto de los mutantes predominaba y comenzaba a ser emulado.
Otro título de grandes ventas para Marvel era Daredevil, escrito e ilustrado por Frank Miller y Klaus Janson.
Kevin Eastman y Peter Laird conjugaron algunos de estos populares elementos para crear su propia historia.
Teenage Mutant (Adolescentes) es una referencia a los comics de X-Men. Los mutantes adolescentes formaban parte de la escuela del Profesor Charles Xavier para jóvenes dotados, lugar donde se les enseñaba a dominar su poderes.
Otra de sus inspiraciones eran los New Teen Titans, comic producido para DC, por Marv Wolfman y George Pérez.
En el mundo occidental, los ninjas eran muy utilizados por Frank Miller en Daredevil y después en su comic Ronin.
El escritor y artista había introducido nuevos personajes como Elektra –exnovia de Matt Murdock, convertida en asesina- y Stick -mentor de Daredevil-, además de usar conceptos como The Hand (“La Mano”), una organización maligna operada, en efecto, por ninjas. En su comic, las Tortugas pelean contra el “Foot Clan” (“Clan del pie”).
Así también, el mentor de las cuatro tortugas es la rata Splinter, que quiere decir “astilla”, mientras que el ciego que enseña a Daredevil es conocido como Stick o “Palo”.
La tipografía del título en los primeros comics de las Tortugas es reminiscente del usado para Ronin, de Miller.
El químico que transforma a las tortugas en humanoides, es el mismo que deja ciego a Matt Murdock y que le da poderes especiales en Daredevil #1, por Stan Lee y Bill Everett.
Uno de los comics independientes más populares y de mayor éxito de la época era Cerebus The Aardvark (Cerebus, el cerdo hormiguero), creado y publicado –también en blanco y negro- por el canadiense Dave Sim. El comic inició publicación en 1977 y llegó hasta el número 300, cimentando así el récord al comic más longevo creado por un solo autor.
Laird e Eastman también se sintieron incentivados por Cerebus y fue parte de lo que les dio la idea: un cerdo hormiguero antropomórfico que inició con muchas similitudes a Conan, The Barbarian de Robert E. Howard.
Otras inspiraciones curiosas son la imagen y nombre de Shredder (o Destructor), que está basado en un rallador de queso tradicional.
Varios años después se agregaron otros villanos que deben su nombre a géneros musicales: Rocksteady (Rocoso) y Bebop. El primero, es un género musical caribeño muy popular a finales de los 60’s y los 70’s. El bebop es una forma de jazz donde se permite la improvisación y donde se hace gala del virtuosismo de los músicos que la interpretan.
Al inicio, el comic de Las Tortugas Ninja era más parecido a sus inspiraciones, desde Cerebus hasta Ronin y eran considerablemente más violentos. Las narraciones eran similares a las que hacía Frank Miller en sus comics, donde se describe casi poéticamente el dolor físico y emocional de los involucrados.
Los cuatro personajes utilizaban bandanas y cinturones de color rojo y sólo eran distinguibles por las armas en los que eran especialistas.
Fue hasta que se desplazaron a la televisión que se le dio personalidad característica a cada uno, además de obtener un color específico. Tampoco eran aficionados a las pizzas, sino que gustaban de tomar una ocasional cerveza, elemento que se modificó para dirigirse a los niños. Lo que se convertiría en su alimento favorito tiene una referencia directa al número 1 de la serie y ni más ni menos que a sus primeras palabras.
Eastman y Laird fueron protectores de su creación y no permitían que se modificaran sin su permiso. Eventualmente, Kevin Eastman decidió vender su 50% a Peter Laird, quien le había asegurado que no vendería jamás a sus personajes. Sin embargo, en 2009, Nickelodeon hizo una oferta a Laird, de esas que “no se pueden rechazar”. El cocreador accedió y los vendió por 60 millones de dólares, ganándose el rencor de Eastman al sentirse traicionado además de no recibir ganancia alguna por la venta.
El distanciamiento entra ambos autores duró años y fue hasta que en 2019, Netflix, con su serial llamado The Toys That Made Us (Los juguetes que nos hicieron), en el primer episodio de la tercera temporada, del 15 de noviembre, logró reunir a los creadores de Las Tortugas Ninja. Incluso, en el emotivo encuentro se les ve dibujando a los queridos personajes. Hace dos semanas, se anunció el lanzamiento de un comic en el que ambos participarán, reencuentro considerado imposible durante mucho tiempo.
Las Tortugas cumplen 35 años de vida. Durante todo este tiempo han gozado de versiones en videojuegos, animaciones, películas de cine, programas de televisión y, por supuesto, comics. Continúan siendo adolescentes e igual de entretenidas que siempre.
