Hace unos cuantos días se cumplieron 15 años del fallecimiento de uno de los hombres más importantes en la historia del comic y -sin duda- uno de los que ayudaron a definir la industria como un medio artístico: Will Eisner.
Uno de sus personajes más conocidos es The Spirit, que incluso llegó a la pantalla grande en 2008. La película no tuvo buen recibimiento y no mantenía la esencia del personaje, pero contó con actuaciones de gente como Samuel L. Jackson, Eva Mendes, Scarlett Johansson y Sarah Paulson.
Eisner fue referente desde la época de oro del comic y tenía su propio estudio, en el que trabajo incluso el propio Jack Kirby, además de otros grandes como Wally Wood, Lou Fine y Bob Kane, entre otros. También fue conocido por popularizar el término “novela gráfica” para nombrar aquellos comics que no eran de superhéroes y que contenían historias más cotidianas, maduras y muchas veces, autobiográficas, como se estila en Europa. El formato era auto contenido, generalmente autoconclusivo, no seriado de manera mensual, de tamaño mayor y más páginas que el comic convencional.
Sobre todo, Eisner fue un contador de historias. Sus argumentos e ilustraciones se compaginaban de una manera espectacular. Eisner narraba saliendo de los estándares. Uno de sus elementos más reconocidos es la integración de los títulos de sus historias al arte por medio de anuncios, sombras y otras maneras creativas.
Es tal su importancia, que los premios equivalentes al Oscar en la industria comiquera, ostentan su nombre: Premios Eisner. Estos surgen de los difuntos Premios Kirby, que llegaron a su fin en 1987 (con sólo tres entregas) y se dividieron en el Eisner y el Harvey Awards (de nombre en honor a otro grande: Harvey Kurtzman).
William Erwin Eisner nace el 6 de marzo de 1917 en Brooklyn, New York. Era judío aunque no practicante, como muchos de sus colegas.
Eisner & Iger era el nombre de su estudio en sociedad con el ilustrador y editor, Jerry Iger, con quien comenzó a trabajar en 1935. Al año siguiente y hasta 1939, la pareja vendía historias a las compañías. Aunque tuvieron grandes ganancias, la sociedad se disolvió. Fue entonces que Will dedicó su tiempo para crear The Spirit.
Eisner había sido invitado para crear el segmento para los periódicos, que estaban perdiendo fuerza ante la emergente industria del comic. Fue entonces que el autor pensó en la historia de Denny Colt, un detective quien aparentemente es asesinado. Al despertar en un cementerio, Colt crea la identidad de The Spirit, un héroe al estilo de los personajes de las revistas pulp, como The Shadow.
Eisner se mantuvo dentro de esta línea, sin regresar al mundo de los superhéroes, que no le gustaban. Además de The Spirit, el autor hizo obras con toques autobiográficos, como A Contract with God en 1978, The Dreamer de 1986 y The Plot: The Secret Story of The Protocols of the Elders of Zion de 2005.
Will también analizó el medio en su obra de 1985, Comics and Sequential Art.
Eisner murió el 3 de enero de 2005 por complicaciones de una operación a corazón abierto realizada en 22 de diciembre de 2004. El artista tenía 87 años de edad.
Hoy lo recordamos y celebramos su obra, a 15 años de su muerte.
