Este viernes 25 de noviembre de 2022, se dio a conocer la lamentable noticia del fallecimiento del actor Héctor Bonilla, por medio de su hijo, Fernando, quien ha seguido los pasos de su padre al tiempo de hacer su propio destino. Descanse en paz, Héctor Bonilla… el actor, el hombre.
El actor de novelas como La vida en el espejo, murió a los 83 años a causa del cáncer de riñón que padecía desde 2019.
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Fernando Bonilla hizo público el hecho a través del comunicado, por el cual relató que su padre pasó sus últimos momentos “en su casa, en paz, sin dolor y rodeado por su círculo más íntimo, que lo acompañó hasta el final”.
Asimismo, Fernando dio a conocer el epitafio que su padre escribiera hace algunos años:
Se acabó la función,
No estén chingando,
El que me vio, me vio.
No queda nada.
Bonilla fue uno de los actores de una enorme trayectoria y deja un gran legado, sí, pero también un enorme hueco en el cine, la televisión y el teatro. El actor fue un hombre íntegro, que trataba a todos sus colegas por igual, sin sentirme más, aun cuando tenía el derecho a hacerlo.
Héctor Bonilla no se dedicó a la actuación para obtener reconocimiento ni fama, tampoco elegía trabajos por la remuneración económica, sino por convicción, con pasión y con una vocación que no es común de ver.
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Entregado, profesional, responsable y siempre dispuesto a dar lo mejor de sí mismo, el histrión tenía dominio del escenario y de cualquier lugar donde se paraba. Su profesionalismo era también consideración con la gente a su alrededor. No llegaba tarde ni pedía condiciones especiales de trabajo y era mediador cuando las condiciones de trabajo no eran óptimas. Alegre, sabía cuáles eran las palabras precisas cuando la situación lo requería.
Héctor Bonilla debutó en cine con Jóvenes y bellas (1962) y no se detuvo. En varios momentos de su vida tuvo papeles que le dieron prestigio debido a su impecable desempeño. El actor, director y actor de doblaje, tuvo un impacto en varias generaciones, en todos aquellos que conocieron su trabajo a lo largo de casi seis décadas.
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En 1989, protagonizó el filme Rojo Amanecer, donde interpretó a Humberto, dirigida por otro enorme profesional de las artes mexicanas, Jorge Fons, a quien también perdimos en 2022, el 22de septiembre. Este proyecto fue uno de los más importantes para la industria mexicana debido a que alzó la voz contra uno de los actos más tristes en la historia de México, la matanza en Tlatelolco de 1968.
La carrera de Bonilla no se limita a este ejemplo, pues está llena de magnas participaciones en un sinfín de proyectos. En palabras de su Fernando, su padre “dejó un legado inconmensurable”.
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Múltiples figuras de varias disciplinas, e instituciones, han dedicado unas palabras de despedida al actor, como la Secretaría de Cultura, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Descanse en paz, Héctor Bonilla; no solo fue un primer actor, sino un actor de primera.
