Resulta difícil de creer que, para 1992, Madonna se encontraba lanzando apenas su quinto disco de estudio; asimismo, que hubiera tenido una evolución tan marcada en un relativamente corto tiempo. Como era costumbre, bastaban unas cuantas palabras para que la cantante causara polémica. En este caso, una sola. Es Erotica, de Madonna, a 30 años de su estreno.
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Madonna había pasado de ser una revelación de música pop a la diva por excelencia del género. De la joven que cantaba “Borderline” y se mostraba pícara con “Like a Virgin”, a una bomba sexual con Erotica, el disco que iba acompañado de un libro artístico de fotos no aptas para todo público.
Influenciado por el éxito del sencillo “Vogue” de 1989, Erotica se armó como un disco de dance, deep house e incluso hizo el crossover al R&B, movimiento que se volvió una cotidianeidad entre algunos músicos y cantantes caucásicos que eran recibidos y cobijados por la comunidad afroamericana.
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Se dice –y es cierto- que Madonna marcaba la tendencia de la moda, tanto visual como musical. Una buena cantidad de cantantes profesionales le seguían el paso y la emulaban, o de plano, la copiaban. Aunque su presencia no es tan evidente en la segunda década del siglo XXI, la huella de Madonna aún es percibida en trabajos de las nuevas generaciones. Y es que, más allá de la polémica –generada como estrategia de marketing que dio muy buenos resultados-, el trabajo de la cantante y todo su equipo de producción creó una de las marcas más importantes en la industria.
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Paradójicamente, Erotica desprendió uno de los sencillos menos bailables de la cantante nacida en Bay City, Michigan; se trata de “Rain”, una balada dulce y tierna que se refiere en sentido figurado al amor y cómo este tiene el poder de lavar todo aquello malo que nos aqueja. Su video musical es recordado por sus tonos azules, constantes close-ups y cámaras lentas. La cantante no solo puede ser sexual, también sensual y lo demuestra efectivamente en este single.
Otros sencillos del álbum fueron –además del que le da nombre-, “Fever” (cover del clásico de 1956 que tiene un sinfín de versiones, entre la que se cuentan las de Peggy Lee, Elvis Presley y Sarah Vaughan), “Deeper and Deeper”, “Bad Girl” y “Bye Bye Baby”.
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Erotica tuvo un sello en la portada que lo catalogaba para adultos y fue censurado en varios países. Esto, más allá de frenar su distribución, la alentaba, como suele suceder.
Como parte del paquete de promoción, se lanzó el libro titulado SEX, y a los pocos meses, la gira mundial de la intérprete, The Girlie Show. Este causó furor pues tenía algunos momentos candentes y Madonna aparecía como dominatrix.
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El impacto que tenía Madonna en los medios y el público era trascendente y bastaba con tan solo un cambio de color de cabello para generar oleadas. Con el lanzamiento de Erotica, Madonna cambió de su característico rubio a un negro profundo, lo cual fue en sí parte de la controversia.
Los tiempos han cambiado y lo que antes era motivo de impacto, ahora es la norma. Por esa razón, hoy en día se le puede ver a este disco con otros ojos, quitando todo el debate y apreciarlo por sus características musicales y de producción. Después de todo, sí, Madonna es un producto, pero sustentado en una buena base artística.
Erotica cumple 30 años de su estreno.
