Un excelente debut musical y tal vez uno de los mejores en la historia, es el primer álbum de Rush, de 1974, una exhibición de rock.
Las características de Rush hicieron de ellos un grupo no tan comercial, aunque no quiere decir que no sean conocidos; al contrario, es una de las bandas más influyentes y más reconocidas. La carencia del pop es lo que los ponía en un lugar distinto a otros colectivos que colocaban canciones como número 1 de las listas de popularidad o llenaban estadios con decenas de miles de seguidores.
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El inicio.
Los logros de Rush fueron de distinta manera, haciendo germinar semillas artísticas en jóvenes y no tan jóvenes; gente que se inspiró para crear su propia música después de conocer al trío de rock.
Rush se formó en Toronto, Ontario, Canadá, en 1968. Su alineación definitiva fue la del cofundador Geddy Lee (bajo, voz), Alex Lifeson (guitarra) y Neil Peart (batería, percusiones y letrista).
El 18 de marzo de 1974, Rush lanzó su primer material y, si bien no es exactamente el mismo estilo que se aprecia en producciones posteriores, las bases duras están perfectamente bien definidas.
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John Rutsey, en la batería.
La primera placa no cuenta aún con la participación de Peart y fue grabada por John Rutsey, baterista que tuvo que dejar a Rush debido a problemas con la diabetes, cuatro meses después del lanzamiento.
Rush es un grupo que es identificable, desde el primer momento, por la voz de su cantante, Geddy Lee, además de su consistencia como agrupación.
Con el tiempo, el trío canadiense incorporó elementos del rock progresivo, sus canciones se hicieron más largas y sus álbumes, más conceptuales. Mas lo que oímos al interior de su disco homónimo, sorprende de igual manera.
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Hombres trabajadores.
El último track, “Working Man”, ya se perfila hacia la dirección que tomarían. El resto de las composiciones son un poco más ligeras en tonalidad, no así en composición musical.
Rush, el álbum, contiene 8 canciones y 2 de ellas fueron singles promocionales, “Finding My Way” e “In the Mood”.
Se cumplen ya 50 años del estreno de este disco y, si lo escuchas detenidamente, te darás cuenta de que no parece que tenga tal cantidad de tiempo. El hard rock, el proto heavy y la impecable ejecución, le dan una fuerza que lo mantiene encapsulado en buenas condiciones. A la vez, hace comprender la razón de la trascendencia del trío. Y ese era solamente el inicio.
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Te ofrezco la nota del álbum, Moving Pictures, de 1981:
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Y la del fallecimiento del baterista, Neil Peart, en 2020:
