La segunda obra de la directora Lilia Áviles es la historia de una fiesta de cumpleaños que tiene un fondo.
Cuando pensamos en cine mexicano, usualmente creemos que el cine comercial, donde los mismos actores vuelven a salir una y otra vez en el mismo papel, o donde se produce la misma historia solo contada de manera diferente, pareciera que no hay apertura para otro tipo de cine.
Pero sí se está produciendo otro cine otras historias que mueven y remueven el alma y aportan una cosmogonía a lo que consideramos el cine mexicano actual.
En los años recientes, una película mexicana diferente destaca cada cierto tiempo, usualmente cuando gana reconocimiento internacional o está dirigida por los grandes directores mexicanos que ya han triunfado en Hollywood, como Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón o Guillermo del Toro.
Tótem ganó reconocimiento al ser parte de la Competencia Oficial del Festival Internacional del Cine de Berlín del año pasado.
La historia de una niña
En Tótem, se retrata a la protagonista llamada Sol, una niña de siete años que llega a casa de sus tíos y familiares para festejar el cumpleaños de su papá, quien se encuentra enfermo.
Después de su ópera prima en La Camarista (2018), la directora vuelve a crear un microcosmos que se desarrolla en las paredes de una casa, donde no solo la protagonista habla, sino que el espacio también da señales.
Sol, la protagonista, deambula entre personas, cosas y situaciones donde el sentimiento que predomina es la soledad, una soledad impasible que se encuentra en las paredes de la casa y en la que todos tratan de continuar con una celebración a pesar de una tristeza en el fondo.
Es además, intención de la autora demostrar desde una perspectiva infantil cómo se siente la vida y cómo la perciben, donde busca explorar temas que se atribuyen a la misma existencia desde las infancias ya que, los niños también entienden de las situaciones que a veces los adultos pensamos que nos atañen solo a nosotros.
Introspección, una mirada desde dentro
Mientras las preparaciones para llevar a cabo la fiesta se dan a cabo, observamos cómo el día transcurre para la protagonista y cómo se relaciona con los adultos de su vida, como lo vemos con las tías y cómo cada una ve la situación de la enfermedad y de un festejo en medio de ese momento difícil. Cómo cada una lidia de una u otra forma ante un inminente fin.
Vemos cómo Sol tiene relación con su madre al final de la película y de su constante búsqueda de hallarse un lugar donde no se siente adaptada.
Por otro lado, el momento más álgido no es cuando sucede la fiesta, sino cuando por fin, en un espacio introspectivo Sol ve a su papá y convive con ambos de sus padres.
Vemos también las relaciones familiares y la agenda que condiciona el comportamiento de Sol por momentos, como por ejemplo, la diferencia de cuando tiene que convivir con sus primos mayores y en cómo ella se comporta cuando está sola.
Y ¿a qué hace referencia el título?, a los pilares de un hogar, no como una familia, sino como un espacio habitado que se vuelve el eje: la casa habla, con sus animales, sus presencias y sus objetos. La casa es un recuerdo, pero también la existencia de la humanidad.
Un camino al Oscar
Como suele pasar con las películas mexicanas que tienen potencial, Tótem ganó reconocimiento desde que la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció que sería la elegida como propuesta para los Oscars, lo que le dio mayor importancia para volverse parte de la terna cinematográfica.
Se esperaba una historia como sucedió con cintas que han tenido relevancia en la temporada de premios. ¿Quién no recuerda la importancia que tuvo Roma al ser nominada?.
Desafortunadamente, la cinta no quedó seleccionada en la categoría de Mejor película extranjera, donde quedaron nominadas cintas como La sociedad de la nieve (España), Perfect Days (Japón), Sala de profesores (Alemania), Yo, capitán (Italia) o Zona de interés (Reino Unido).
Los insectos, el otro protagonista
A lo largo de la película elementos naturales como las plantas, los animales y en especial los insectos forman parte de las tomas, del ambiente y de las características de los personajes. Se difuminan en un contexto en donde los insectos forman un significado que, si bien tiene un propósito, también quedan como una interpretación del personal del espectador.
Sol conecta más con aquellos seres de los que puede explicarse, a aquellos a los que intenta entender con sus acciones. Es además, una representación de que la vida está a nuestro alrededor y la muerte está en todos los seres.
Tótem así, se convierte en una cinta compleja que abarca temas del duelo, las trivialidades, la cotidianeidad y las preguntas existenciales que nos atraviesan durante la vida.
