El aumento en la temperatura global ocasionado por la crisis climática aumentaría el número de personas con cálculos renales, un padecimiento cuyas agravantes son el calor y la deshidratación. Según un estudio del Hospital Infantil de Philadelphia (Chop, por su acrónimo en inglés), el número de casos se incrementaría entre 2.2% y 3.9% dependiendo del nivel de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los investigadores utilizaron dos escenarios climáticos para estimar la carga de la enfermedad relacionada con el calor y la humedad para fines de siglo en Carolina del Sur, la región que actualmente tiene la tasa de incidencia más alta en Estados Unidos. De acuerdo con el estudio, el número de personas que buscan ayuda médica por cálculos renales aumenta después de días muy calurosos, cuando se multiplica el riesgo de deshidratación.
Los cálculos renales son causados por depósitos duros de minerales, principalmente calcio, que se desarrollan en la orina y son extremadamente dolorosos al pasar por el tracto urinario.
Según un reporte de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, por sus siglas en inglés), los últimos siete años han sido los más calurosos registrados en el mundo. Actualmente, la temperatura global se encuentra 1.2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Durante la Cop26, celebrada en noviembre pasado, los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acordaron mantener la temperatura por debajo de 1.5 grados para 2030.
