Hoy se cumplen seis décadas y un lustro de la desaparición de una de las mentes más brillantes en la historia de la humanidad, el científico alemán/suizo/estadounidense, Albert Einstein, autor de las teorías de la Relatividad Especial y de la Relatividad General, publicadas en 1905 y 1915, respectivamente. Por supuesto que su trabajo va más allá de los trabajos antes mencionados.
Einstein nació el 14 de marzo de 1879 en la ciudad de Ulm, en Alemania, y cuando tenía tres años, sus padres se mudaron a Munich. De ascendencia judía, también asistió a colegios católicos. Durante su juventud, Albert chocó con los métodos convencionales de aprendizaje, que tienen su base en la memorización y no en el razonamiento.
A los 15 años, el futuro científico ya había escrito un ensayo acerca de los campos magnéticos. Asimismo, Einstein se distinguió por su buen desempeño con las matemáticas y la física, logrando adelantarse a muchos de sus contemporáneos. Dado su origen, Einstein tuvo que escapar de la expansión del nazismo por Europa.
El científico fue un revolucionario en el campo de la física; sus aportaciones ayudaron a dar un nuevo rumbo tomando como base los trabajos de Isaac Newton, 200 años antes. Formuló la importante y famosa ecuación, E=mc2, donde la energía (E) es equivalente a la masa (m) y la donde c es la velocidad de la luz en un vacío, multiplicada por sí misma.
Una partícula determinada, posee lo que se le llama “energía en reposo”, misma que se diferencia de las energías potencial o cinética. Elevar la velocidad al cuadrado resulta en una enorme cantidad de energía que puede ser generada; contrario a lo que se creía, que esta era equivalente. También implica que la gravedad tiene la habilidad para doblar la luz y permite calcular la cantidad de energía liberada o consumida durante las reacciones nucleares.
Esa última aplicación no fue esperada por Einstein y se manifestaba en contra de su uso. La ciencia que él proponía era progresiva, no destructiva.
Por otro lado, la Teoría de la Relatividad General provee una descripción de la gravedad como propiedad geométrica del espacio y el tiempo, o espacio-tiempo. La relatividad general ha permitido modelar la escala estructural del universo y poco a poco se han confirmado alguna de sus propuestas, como el actuar de la fuerza de gravedad como partícula (partiendo de la idea original de Henri Poincaré de 1905).
El trabajo de Einstein ha sido vital para el desarrollo de varios campos científicos como la física y la astronomía. Se sigue estudiando y su comprobación ha sido facilitada gracias a los avances tecnológicos.
El científico de Ulm también dejó un gran legado en la difusión de la física como cultura general, una colección de frases célebres y se cimentó como una de las figuras de la cultura pop. Se le cuestionaba constantemente acerca de otros temas, como la religión y el futuro de la humanidad.
Pese a que quedaron muchas cosas por comprobar, algunas contradicciones y singularidades que escapan a la comprensión actual, Albert Einstein es uno de los principales responsables del avance de la humanidad desde el siglo pasado. Hoy lo recordamos a 65 años de su fallecimiento, el 18 de abril de 1955, cuando tenía 76 años de edad.
