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Espectáculos

Daft Punk: Human After All a 15 años.

Surgieron por la moda. Se quedaron por lo buenos.

Daft Punk dio a conocer hace 15 años su tercer material de estudio… Human After All, el 14 de marzo de 2005. La dupla de música electrónica fraguada en Francia surgió como parte de la explosión del género en los 90’s. Disco tras disco se iban afianzando como profesionales.

Daft Punk va más allá del performance, es el concepto de lo conceptual. El electrónico como visión hacia el futuro, como herramienta y como objetivo. Como dice el título del disco, “Humanos después de todo”, implica las fallas y virtudes de nuestra especie, lo que nos separa de las máquinas es lo que nos hace complejos e imperfectos. La mecánica, la informática, lo frío de su lenguaje como medio para crear una obra de arte.

La música es matemática, es simétrica y a la vez es objetiva. Daft Punk lo sabe y lo demuestra de diversas formas, en cada canción de este disco (y de casi toda su carrera), con efectos y distorsiones en la voz que nos repite como mantra que somos “humanos después de todo”, es un recordatorio y una obsesión. Porque si olvidamos lo que somos, no sabremos tampoco hacia dónde vamos. Nuestra naturaleza también es de contrastes y el dueto electrónico lo plasma en tracks como “Robot Rock”.

Para muchos Daft Punk es un gimmick, o sea, un truco, un artilugio a simple vista; más, si les prestamos atención, descubriremos que tienen varias capas. Ellos crean más allá del divertimento, de lo simplista de una noche de antro y nos dejan mensajes, como nuestros antepasados lo hacían en las cuevas, para descubrir y analizar. Los de Daft, lo dejan en la música, a través de lo virtual para nuestro sentido de lo real.

El grupo también se reinventa con cada disco. O… ¿se resetea? Cualquiera que sea el caso, Human After All es producto de la improvisación y de la inspiración, algo que las máquinas difícilmente llegarán a desarrollar. A su vez, es un intenso discurso paranoico del futuro, pero con momentos de esperanza.

La placa es una progresión en la cual se nos envían mensajes cortos, pero que cuentan una historia. Visitamos a los antepasados de las computadoras con “Steam Machine”, esas máquinas de vapor que cambiaron para siempre a la humanidad, catapultándola a un futuro de no retorno.

Hay momentos acústicos en los que se explora el sentimiento que sólo tiene el humano: “Haz el amor” (“Make Love”). De inmediato, regresa la programación y el electrónico duro en “I’m the Brainwasher”. Y aquí cambia el discurso. “El que lava la mente” no es el avance ni el desarrollo en sí, es el propio humano quien utiliza las herramientas evolutivas de las ciencias y las tecnologías para manipular y conseguir fines mezquinos, poderes políticos y económicos. La fatuidad.

Otra de las canciones: “Televison Rules the Nation” es un extracto de concierto en el que se lanza el poderoso mensaje, aderezado con uno de los clásicos de Daft: “Around The World”, para completar el mensaje: “La televisión gobierna… alrededor del mundo”. Su crítica es global y así como Pink Floyd lo hizo en su momento en The Wall, una multitud grita, aclama y aplaude el propio mensaje de su destrucción. “La televisión gobierna el mundo…”.

El penúltimo track es el ya clásico “Technologic”, con su rítmica voz procesada (como todas las que escuchamos en este material -salvo las ovaciones de la horda que celebra su esclavitud-). En este, oímos comandos que damos a las computadoras, pero que también nos damos a nosotros mismos. El mensaje inicial es poderoso y uno de los dogmas de la sociedad: “Compra, usa, rompe, arregla, desecha, cambia, envía, moderniza”.

Human After All termina con una melancólica voz y el sampleo de la melodía de “Technologic” a un tiempo más lento. El mensaje único que se nos envía es “Emotion”. La metálica voz que lo repite sin cesar nos recuerda y nos reclama. La emoción es una cualidad humana, pero también puede llegar a ser uno de sus más grandes defectos.

A 15 años de ser creado, Human After All de Daft Punk sigue siendo actual, un crítico y críptico acompañado de excelente música.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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