Este año se conmemoran 8 décadas desde que llegó a las salas de cine una de las películas animadas más vistas y más queridas por inmensurable número de niños y adultos: la adaptación de Disney al cuento clásico Pinocho.
Pinocchio se estrenó el 23 de febrero de 1940 en Estados Unidos y, como todas sus adaptaciones de cuentos para niños, es una versión más suave y dulce. Le avventure di Pinocchio es una novela para niños escrita por Carlo Collodi y se publicó originalmente como “La storia di un burattino” (La historia de una marioneta) en una de las publicaciones más antiguas para niños en aquel país: Giornale per i bambini, (Diario para niños). Esta comenzó el 7 de julio de 1881. Tras una pausa, el autor retomó su historia y, una vez finalizada en 1883, se recopiló a manera de novela; así es como ha existido hasta el día de hoy.
La versión de Disney fue la segunda película animada en su haber; Blancanieves debutó en 1937 y sentó un gran precedente. El siguiente proyecto animado constituía una enorme responsabilidad. Está por demás decir que lo consiguieron.
El filme fue el primero en ganar premios competitivos en los Oscar con las preseas a Mejor Score y Mejor Canción a “When You Wish Upon A Star”, interpretada por el actor que hacía la voz de Pepe Grillo, Cliff Edwards. La victoria dictó también el rumbo musical de sus películas, además de que el track se convirtió en una especie de himno para Disney.
El estreno de Pinocchio tuvo sus complicaciones, pues la Segunda Guerra Mundial estaba en pleno curso. Muchos países dejaron de hacer “gastos superfluos” como los de importar películas. Surgió escasez y crisis económica. La gente simplemente no iba al cine con la frecuencia de antes.
Pinocho se reestrenó en 1945 y fue entonces que tomó mayor notoriedad tanto en el plano popular como en el económico.
(When You Wish Upon A Star, como tema de Walt Disney Pictures)
Si bien la imagen del títere creada por la productora es la que se considera como definitiva, Pinocho dista mucho de la imagen inocente que nos transmite. Aun así, Disney mantuvo algunos de sus elementos originales y por ello resulta una cinta difícil de digerir para los más pequeños. El drama y sufrimiento por los que pasa el protagonista marcó una que otra infancia.
La versión en libro varía considerablemente pues, de entrada, el niño marioneta no es animado por una hada, sino que el pedazo de madera del que sale es producto de un regalo a Geppeto. El carpintero pobre obtiene el desecho de un vecino que había comenzado a trabajarlo pero, se detuvo cuando la madera se quejaba. Se dice que los bloques, la piedra, la madera, sólo están esperando que los artistas descubran su verdadera forma. Así sucede con Pinocho, quien cobra vida aún antes de estar terminado y tener movilidad absoluta.
En la historia original sí aparece un personaje mágico, la Hada Turquesa (en la versión de Disney se trata de la Hada Azul). Esta era el espíritu de una joven muerta a quien nunca se le enterró.
Otro personaje entrañable en el filme es Jimminy Cricket (o Pepe Grillo), quien funge como la consciencia y el lado moral del títere. Un grillo sin nombre también interviene en el cuento; sin embargo, Pinocchio lo mata con un martillo. El insecto encuentra la muerte por intentar aconsejarlo.
En sí, Pinocchio no es un personaje ejemplar, es grosero, poco ético, falto de respeto hacia su padre Geppeto, y es responsable del encarcelamiento del carpintero. Aunque atenuada, la versión de Disney aún contiene elementos duros y dignos de cuento de terror. Al final, como la novela, se trata de un viaje de aprendizaje y redención, es una segunda oportunidad. Es lo que recibe la ingenua marioneta, ser convertido en un niño de carne y hueso, se lo ha ganado. En la historia original, se transforma por medio de un beso que le da el Hada Turquesa (sí, el espíritu de la mujer muerta).
La imagen del Pinocho de Disney es un gran acierto pues otras adaptaciones han tenido problemas para crear un personaje agradable a la vista y que no se asemeje a un pariente cercano del muñeco Chucky. En 2020, Pinocchio cumple 80 años.
