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Música

Pink Floyd, The Dark Side of the Moon.

Puede parecer exageración, pero existe un antes y un después en la música, con la llegada del álbum de 1973 creado por Pink Floyd, The Dark Side of the Moon.

De esta producción se ha dicho todo y, pese a su impacto en la industria, es un tanto oscura en muchos sectores de la población, aún en esos en los que se aprecia la música. Esto se debe en parte a la estructura del álbum, que es la ejemplificación perfecta del rock progresivo. Aunque no es solo eso, es rock y pop, con un poco de jazz y de blues.

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La portada, icónica y poderosa, también es conocida hasta cierto punto. Cualquier aficionado a la música te dirá de dónde proviene y seguro que es una imagen que la mayoría de las personas que habitan en una ciudad, ha visto al menos en un par de ocasiones, aunque probablemente no ubica a qué pertenece. La carátula del disco, es el efecto de la descomposición de la luz al pasar a través de un prisma, resaltado con un fondo totalmente negro, como lo expusiera Sir Isaac Newton en 1672.

El físico fue el primero en entender el arcoíris y el espectro de colores. El estudio de arte Hipgnosis y su líder, Storm Thorgerson, lo postularon de nuevo, de manera elegante, estética y equilibrada, 301 años más tarde. “Todo depende del cristal con que se mira”, tal vez sea su propuesta. La imagen del Dark Side fue creada por George Hardie.

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Entre las propuestas para la imagen de portada, estaba la de un personaje de Marvel Comics, The Silver Surfer, mas el grupo se decidió unánimemente por la del prisma. Anteriormente, Floyd usó una imagen de Doctor Strange en la carátula de A Saucerful of Secrets, su segundo disco, de 1968. De ello, te hablo aquí:

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Pink Floyd, en 1973, había depurado las composiciones de la placa, les dio forma y las estructuró para crear una obra definitiva en la música (claro, sin que ellos tuvieran la menor idea de su importancia futura).

El flujo del disco de Floyd es más como el correr del agua en el río, con canciones que se suceden una a la otra. En su contenido, nos percatamos de una neurosis inherente, casi todo el tiempo, que sale a relucir en sus letras y en su música.

(Pink Floyd en 1972: Nick Mason, David Gilmour, Roger Waters y Richard Wright)

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A la vez, Dark Side es el pináculo de la experimentación en el estudio con distintos sonidos, tanto musicales como ambientales, efectos de voces, pasos, cajas registradoras y relojes que brincan y son piedras en ese río musical. Es el uso con estructura de los recursos técnicos que estaban a disposición en los cuartos de grabación y que, la mayoría de las veces eran creados de la nada; en su cúmulo, se alinean con propósito.

El octavo disco de la banda inglesa es una colaboración grupal en la que escuchamos las voces de Gilmour, Waters y Wright, que eran los tres cantantes de la banda, así como los coros supremos de Torry, que se asociaron de por vida a Floyd con su explosión en “The Great Gig in the Sky”.

También se incluye la participación del ingeniero de sonido y músico consagrado, Alan Parsons, que debe mucho de su popularidad a este momento histórico; después de todo, realizó un impresionante trabajo.

La composición es de los cuatro integrantes con un peso especial en Waters, el líder indiscutible en ese momento. Fue la ideología del bajista la que impregnó a Floyd hasta su salida en 1983, 10 años después de la liberación de esta placa.

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Solo como ficha técnica, agrego los papeles de cada miembro del grupo inglés: Roger Waters (bajo y voz), Richard Wright (teclados y voz), David Gilmour (guitarra y voz), Nick Mason (batería y percusiones). También participa el saxofonista Dick Parry, quien se convertiría en un miembro no oficial del grupo colaborando en varios discos y giras.

“No hay un lado oscuro de la Luna; en realidad, toda es oscura” (“There is no dark side in the moon, really. Matter of fact, it’s all dark.”). Esta inmortal frase, así como otras más, fueron grabadas para ser incrustadas en el álbum. Además de ser una afirmación reveladora, es científicamente correcta y fue emitida por Gerry O’Driscoll, portero de los estudios de grabación de Abbey Road (antes EMI).

Pese a lo espacial del nombre, El lado oscuro de la Luna se refiere a las dualidades del ser humano en su naturaleza y el efecto en el estado mental provocado por conceptos inventados e impuestos, tales como el tiempo y el dinero. El lado oscuro es el que podemos sacar a relucir en momentos de tensión o de euforia. A su vez, el hombre tiene varias tonalidades (como un prisma), no necesariamente todo es negro o blanco.

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Como uno de los muchos datos curiosos, al final del álbum, cuando se escucha el latido de corazón, también se aprecia una versión orquestada de la canción de The Beatles, “Ticket To Ride”. El hecho es mero accidente, pues la pieza se grababa en un estudio contiguo. La melodía se aprecia en la conclusión de “Eclipse” y tras la declaración arriba citada de O’Driscoll, hacia el minuto 1:48. Hay que subir el volumen para escucharla. La versión es un cover, ya que The Beatles dejaron de existir como grupo a inicios de 1970.

Esta no es la única coincidencia entre Pink Floyd y The Beatles, ya que es bien sabido que ambos grabaron en estudios contiguos de Abbey Road, sus álbumes de 1967. El cuarteto de Liverpool producía Sgt.Pepper’s Lonely Hearts Club Band (en el estudio #2), mientras que el otro cuarteto, el de Barrett, grabada su primera producción, The Piper at the Gates of Dawn (en el estudio #3).

Como en varios de los álbumes de Pink Floyd, el sonido inicial es igual al final, generando una sensación cíclica. “El inicio es el final es el inicio”. En esta ocasión, se trata de los latidos de un corazón humano.

El cuarteto no dejó de evolucionar durante toda su historia. Si comparamos el disco anterior, Meddle (1972), encontraremos algunos elementos utilizados en Dark Side, pero a la vez, una propuesta mucho más madura se aprecia en la segunda.

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Cierro esta reseña actualizando el número de semanas que The Dark Side of the Moon se ha colocado en la lista del Billboard 200 (de los 200 discos más vendidos). Hasta el mes de febrero de 2023, se contabilizan 968 semanas; esto quiere decir, más de 18 años y medio en total, más que cualquier otro disco en la historia.

El 1 de marzo de 1973 se dio a conocer The Dark Side of the Moon de Pink Floyd y, en 2023, llega a la mítica marca de los 50 años de existencia.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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