El lanzamiento oficial de un álbum de estudio por parte de U2, tras Zooropa, de 1993, fue Pop. El cuarteto vivía tal vez su mejor momento. La fama alcanzada desde Achtung Baby, de 1991, era desproporcionada y se encontraban en una categoría donde solo competían contra sí mismos. Y entonces, U2 se fue por el Pop.
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Desde The Joshua Tree, de 1987, U2 estaba en ascenso. El pico alcanzado fue con el mencionado Achtung (el cual ya cubrimos aquí). Las giras por todo el globo ayudaron a cimentar esa bien ganada reputación. Te dejo la nota del mencionado álbum:
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La reinvención es cosa seria y muchas bandas fallan. Esto se debe, más que a los grupos en sí, a la exigencia mediática y por parte de los seguidores. Si un grupo no cambia, es criticado. Y si cambia, es criticado.
Para cuando aterrizó Pop, se esperaba una obra magistral que superara a Achtung y redimiera a Zooropa (un excelente álbum que tuvo la desventaja de ser el sucesor). U2 dio un estrepitoso giro de timón y evolucionó en su sonido, transformándose deliberadamente en aquello que criticaban. Ese era el propósito de Pop.
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El contenido lírico se mantenía más o menos igual con respecto a los discos anteriores. El fondo era el mismo; la forma, por otro lado…
Pop no miente. Es un disco de pop más no se limita a ello. El rock sigue presente, ataviado con lentejuelas, de esferas disco y con lentes oscuros. Además, está el electrónico y el dance, género que no habían atacado de lleno.
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Pese a las críticas, el resultado fue bien recibido. U2 emprendió una gira mundial extensa y exitosa. Quienes conocían al grupo, habían podido escudriñar entre las capas para llegar al núcleo y disfrutar el producto. Al final de cuentas, se trataba del mismo U2 de antaño, evolutivo y con progresión natural.
La gira antes mencionada llevó por nombre PopMart; el escenario era excesivo y ostentoso, con un enorme arco reminiscente de la “M” de McDonlad’s. U2 se presentaba como un alimento procesado, pero que sabe rico, estimulando las papilas gustativas y la culpa.
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Pop, con su portada metálica, es un disco largo, de una hora de duración y doce tracks. El primero de ellos, “Discothèque”, asesta duro golpe a los puristas. Es una composición totalmente dance y que plantea cuestionamientos: “sabes que mascas goma de mascar; sabes lo que es, pero aun así quieres más. No te hartas de esa cosa adorable”. Eso es “Discothèque”, goma de mascar pura. En Estados Unidos, el término “goma de mascar” (bubble-gum) es una referencia directa a la música ligera, plástica y diseñada para su consumo; también se utiliza para señalar otros productos creados con un fin de consumo masivo.
No todo es dance y electrónico en Pop, también podemos escuchar el clásico “Staring at the Sun”, balada protagonista en la gira del PopMart. Por cierto, el nombre de esta gira, además de hacer alusión al pop y a los supermercados, es una referencia a los panes conocidos como “Poptarts”, muy recurridos desde hace años y famosos por su rico sabor, pero poco contenido nutricional.
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“If God Will Send His Angels”, “Gone”, “Please”, “Mofo” y “Last Night on Earth”, son otras canciones conocidas de U2 y que podemos encontrar en este material.
Por definición, la mayoría de la música que se produce es pop; desde el momento en que esta es escuchada a gran escala, ya se considera “popular”, aunque se disfrace de subterráneo o alternativo. Y no hay nada de malo con ello, el alcance del mensaje es el objetivo. Y si se hacen unos cuantos dólares como consecuencia, pues tampoco caen mal.
Pop, noveno álbum de estudio de U2, cumple 25 años de haber sido estrenado.
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Antes de irme, te dejo una nota con la cobertura de ese gran The Joshua Tree, que cumple 35 años el 9 de marzo de 2022. Salió a la venta 10 años antes que Pop con una gran diferencia de concepto y sonido entre uno y otro:
