Pirates of the Caribbean no solo es un juego muy popular en los parques de Disney; en 2003, se convirtió en toda una marca de cine. Piratas del Caribe cumple 20 años.
A muchos podría parecernos que el tiempo ha ido demasiado rápido con relación a su estreno. Pero tomemos en cuenta que, desde entonces, se han producido 5 filmes (mientras que un sexto se mencionó, se puso en pausa, se canceló y luego se volvió a echar andar -probablemente ya sin Johnny Depp ni Kiera Knightley-; además de que se habla de otra posible película más con una actriz como protagonista).
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Todo inició el 9 de julio de 2003, cuando se estrenó Piratas del Caribe: la maldición del Perla Negra (Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl), con una explosiva recepción en los cines. Esto fue resultado, entre otros factores, de la producción de una muy alta calidad y de la buena dirección de Gore Verbinski, quien se había hecho un nombre por los filmes, La mexicana (The Mexican, 2001) y la adaptación del clásico de horror japonés, El aro (Ringu, 2002).
Imprescindible para el éxito de Piratas, fue la selección de su elenco con Johnny Depp como protagonista, dando vida al capitán Jack Sparrow, creando un personaje único y memorable.
Otras buenas adiciones fueron las de Keira Knightley como Elizabeth Swann, Orlando Bloom como Will Turner y el reconocido actor Geoffrey Rush como el capitán Barbossa.
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Piratas es una cinta ingeniosa y que sale de lo común. Claro que vemos acción, peleas bien coreografiadas, acrobacias, aventura y una historia de amor; el hecho a resaltar es que no se trata de la historia de amor de Jack Sparrow, así como tampoco es el personaje central. Sparrow actúa en distintos momentos como una circunstancia al tiempo que el protagonismo pasa a Elizabeth y Will.
A la vez, Sparrow no es un héroe, es un bribón y, seguramente, un asesino. Es un pirata y no hay mucho que idealizar alrededor de ese concepto. No obstante, la manera en que Depp se apropia del personaje, hace imposible no generar empatía y simpatía con él.
Otra traza no convencional del filme, es el género, pues se trata de una película de piratas, que no han sido muy recurridas en mucho tiempo.
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Como en el caso de Indiana Jones y otros héroes de ese estilo, Sparrow no es el infalible ni el paladín y suele tener más suerte de la necesaria, misma que le ayuda a salir de cuanto problema suele meterse él mismo. Jack entra en los conflictos; no los genera, pero sí los enreda. E, invariablemente, saca la mejor mano.
Las peleas que apreciamos son exhaustivas y complejas como bailes perfectamente armados con maniobras que nos recuerdan a las películas de Errol Flynn, el espadachín por excelencia, y que podían ser hechas en una toma en su tiempo. En Piratas, la edición suple la secuencia, más el resultado es igual de grácil y rítmico.
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Un enorme realce da a esta producción la estupenda banda sonora de Klaus Badelt, compositor alemán, quien provee de grandiosidad en todo momento, contribuyendo con la escala épica que se necesita en el filme.
La serie de Piratas del Caribe fue todo un éxito y también ayudó a establecer a Depp como uno de los actores más cotizados, si no es que ya lo era.
En 2003, se cumplen 20 años del inicio de esta gran saga con su sede en la inmortal isla de La Tortuga (hogar de otros piratas míticos como Sandokan o El Corsario Negro), en Venezuela. Y lo más probable es que aún haya muchas historias que contar en relación a estos misteriosos personajes.
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Ahora te presento la liga para una nota con otro filme de Johnny Depp, Desde el infierno (From Hell):
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Y otra historia de piratas, la del “capitán” Emilio Salgari y sus creaciones literarias desde Italia:
