Después del segundo y mortífero ataque de Magneto, que los deja varados en un recóndito lugar del planeta, los nuevos X-Men llegan a la Tierra Salvage.
En sus primeros días, los nuevos X-Men no la tuvieron fácil. Constantemente se veían superados por las amenazas y se encontraban en una prolongada curva de aprendizaje. Sus avances eran notables, pero nada podía haberlos preparado para el regreso de Magneto quien casi había barrido el suelo con ellos en la primera ocasión.
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El viaje que se inicia en X-Men #111 es conocido –retroactivamente- como “El tour mundial de los X-Men”. En esea edición, el equipo es atacado y secuestrado por Mesmero, un mutante criminal de aparente poca monta y cuyos poderes hipnóticos son insuficientes ante Magneto, una de las mayores amenazas que han enfrentado los héroes. Y el mundo.
Como venganza contra Charles Xavier y los X-Men mismos, Magneto derrota a Mesmero y lleva a los mutantes a su base subterránea en la Antártida, construida y alimentada por el poder de un volcán.
Magneto deja atrapados a los X-Men (Cyclops, Phoenix, Colossus, Storm, Banshee, Nightcrawler y Wolverine, además de Beast, quien era un Avenger en ese momento).
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Desprovistos de sus poderes y hasta de sus habilidades motrices, los X-Men permanecen atados a unas sillas y alimentados por un robot llamado Nanny (Nana). Es en X-Men #113, publicado el 20 de junio de 1978, que podemos leer la conclusión.
Storm, quien tenía perfecta coordinación aun siendo un bebé, puede liberarse y hace lo mismo con el resto del equipo.
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Cuando Magneto regresa a la base, recibe un nuevo ataque de los X-Men. El villano es sorprendido por la excelente coordinación del ataque, que no le da respiro para reaccionar. Magneto recibe embate tras embate sin poder reaccionar.
Cuando el villano lucha contra Phoenix, la situación sale de control y la instalación es averiada, permitiendo la filtración de lava, poniendo en riesgo la vida de todos. Las explosiones separan a los mutantes, generando confusión. Magneto huye, creyendo muertos a los X.
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Al parecer, Beast y Jean son los únicos que logran sobrevivir y salir a la superficie, solo para quedar a merced del gélido clima que los deja inconscientes en el hielo.
Al mes siguiente, el 18 de julio de 1978, se publicó la continuación. Afortunadamente, ahora no tenemos que esperar todo ese tiempo.
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X-Men #114, nos ofrece el destino de Jean y Hank, semicongelados en la Antártida.
Debido a su extenuante pelea contra Magneto y a la inexperiencia con sus nuevos poderes, Phoenix es incapaz de localizar al resto de sus amigos. Beast cree que los demás han muerto y le pide a Jean ya no esforzarse en encontrarlos, pues también su vida corre peligro.
En eso, la pareja es rescatada por un helicóptero.
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En una locación alejada reaparecen Storm, Cyclops, Banshee, Colossus, Nightcrawler y Wolverine. A diferencia de sus amigos, el clima en el cual emergen es tropical. Sin embargo, algo les llama la atención, la aparición de pterodáctilos en el cielo. Cyclops les confirma que han llegado a The Savage Land, un lugar que creería no volver a ver.
Efectivamente, los X-Men originales arribaron a dicho lugar al final de sus aventuras iniciales, narradas por Roy Thomas y Neal Adams.
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Los nuevos X-Men deben evitar los ataques de los dinosaurios y buscar refugio. Los mutantes llegan a una villa; los nativos les brindan ayuda y alimento.
Por su parte, Jean y Hank son llevados a la mansión de Charles Xavier, donde le dan a él y a Lilandra la fatídica noticia de la muerte de sus compañeros.
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En The Savage Land, los demás X-Men aún creen que Jean y Beast han muerto. Scott llora la muerte de su amada Jean, aunque sus emociones se encuentran en conflicto. Por su parte, Wolverine también sufre, pues ama a Jean en secreto. Lo único que queda de ella, es una fotografía que atesora (y que apareció por vez primera en el comic de Iron Fist).
Cyclops empieza a sospechar que existe algún tipo de relación entre él y Corsair, un pirata espacial que conoció cuando salvaron al universo de la destrucción del cristal M’Kraan. Meses más tarde, descubrirá que se trata de su padre.
El equipo se da un tiempo para recuperarse antes de pensar en el largo viaje de regreso a casa. Las heridas y las almas deben sanar.
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Cuando Ororo se encuentra descansando a la rivera de un río, es atacada. Los demás acuden ante el grito de dolor, solo para ver a su amiga sometida. Cyclops reconoce a su antiguo enemigo… Sauron.
Sauron es un ser mitad hombre y mitad Pteranodon, que se alimenta de la energía vital de los seres vivos, siendo sus predilectos los mutantes o aquellos con habilidades extraordinarias debido a que poseen una mayor carga energética. Sauron también cuenta con poderes hipnóticos.
Esta fantástica serie de historias es una de las creaciones de Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin. Aun al día de hoy, son situadas entre algunas de las mejores en la historia del comic norteamericano.
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Está de sobra decir que los X-Men salieron airosos de los peligros de The Savage Land, mas no regresaron inmediatamente a los Estados Unidos. Todavía les faltarían algunos altos en países como Japón, Canadá y Escocia.
Para salir de The Savage Land, los X recibirían la ayuda de Ka-Zar, su inteligente tigre dientes de sable, Zabu, así como del resto de la tribu. A su vez, los X-Men colaborarían con los lugareños al frenar la destrucción climática del lugar, provocada por la mutante Zaladane y Garokk.
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Por cierto, en X-Men #116, que es parte de esta saga, se le ve a Wolverine matar por primera vez (aunque fuera de cuadro). Y es al final de ese número, que los X se hacen a la mar con la intención de regresar a casa, objetivo no logrado de primera instancia.
En otra ocasión hablaremos de esos acontecimientos.
X-Men #114, fue publicado hace 45 años.
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Te ofrezco la nota donde recordamos la pelea contra Mesmero:
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La revancha contra Magneto:
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Y varios cabos sueltos que tuvieron origen en el comic de Iron Fist, producido por Claremont y Byrne:
