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Dos tipos de cuidado, de 1953: un clásico del cine mexicano

Es una de las grandes películas del cine de México, con dos de sus actores y cantantes más reconocidos. Dos tipos de cuidado, de 1953, con Pedro Infante y Jorge Negrete.

La producción es una realización de Ismael Rodríguez, quien dirige además de coescribir, junto con Carlos Orellana (quien también interpreta a Don Elías).

Como otras de las películas de Rodríguez, Dos tipos de cuidado cuenta con música de Manuel Esperón, quien aporta canciones como “Canción mexicana”, “Serenata tapatía” (coescrita con Ernesto Cotázar) o la famosísima “Copla” (con Pedro Urdimalas).

En el filme también aparecen, “Serenata mexicana”, de Manuel M. Ponce y “La gloria eres tú”, de José Antonio Méndez, entre otras.

Dos tipos de cuidado, es una película de “charros mexicanos”, ubicada en la provincia durante la primera mitad del siglo XX, aunque pareciera de un tiempo anterior (como otras cintas del género).

Convenientemente, el personaje de Jorge Negrete se llama Jorge Bueno, mientras que el de Pedro Infante, Pedro Malo. Esta simpleza abre la puerta para un gran número de bromas en la película.

Una comedia de época en la que encontramos todo tipo de humor, tal como el circunstancial, con los letreros mal escritos en el taller de servicio automotriz donde, además, prestan caballos mientras arreglan los carros.

Además, de Infante y Negrete, acompañan en el elenco, Carmelita González (Rosario), Yolanda Varela (María), Queta Lavat (Genoveva), José Elías Moreno (el general) y Mimí Derba (Doña Josefa).

Debido a su época y género, hay que ver este filme con los ojos de su tiempo, tal como es y no perder de vista que es una historia de charros, representativos del macho mexicano. Por otra parte, es una comedia, por lo que algunas líneas pueden parecer inapropiadas en nuestro tiempo.

Este mismo criterio es recomendable para las cuestiones técnicas, pues si bien algunas cuestiones de montaje y de efectos eran imperceptibles hace 70 años, ahora se pueden detectar con facilidad.

Por otra parte, ninguno de los protagonistas es un modelo a seguir, todos tienen sus defectos y sus virtudes. Y son los defectos de cada uno, lo que da sabor a la historia.

Dicho lo anterior, Dos tipos de cuidado es un filme de enredos amorosos inusual, que no se ha replicado tantas veces como otras fórmulas populares y que sorprende por su ingenioso planteamiento. Además, el guion es francamente brillante.

Pedro está enamorado de la hermana de Jorge, María, mientras que Jorge, desea que la prima de Pedro, Rosario, sea su novia. Un día arreglan una salida en parejas para declarar. A uno le funciona, al otro no.

Después de la secuencia de créditos, nos enteramos de que, después de un año, Jorge regresa al pueblo por cuestiones de negocios, mientras que Pedro se ha casado con su propia prima, Rosario, y tienen una hija. Desde el hecho, Jorge y María han roto toda relación con Pedro y con Rosario.

Uno de los entrañables personajes –difícil de elegir de entre tantos buenos-, es Don Elías, padre de Rosario, tío de Pedro y, ahora, también su suegro. Elías es migrante árabe, quien vive con su hija y con su nieta, pues Pedro no ha dejado su vida anterior de fiestas y mujeres.

La casualidad lleva a que Pedro y Jorge vuelven a tener contacto, lo cual no resulta nada bien.

Los diálogos son naturales, casuales y con un gran humor; algunos personajes están pensados para caer mejor que otros y las actuaciones fueron tan creíbles que rebasaron la pantalla grande, haciendo creer a más de uno que los actores eran iguales a sus personajes fuera del cine.

Una de las secuencias más recordadas de Dos tipos de cuidado, es la pelea de coplas musicales entre Jorge y Pedro y las constantes respuestas rimadas, que escalan con cada entrega hasta desencadenar un posible altercado físico.

El hecho de reunir a Infante y a Negrete en esta producción, fue un hecho por demás importante, al ser considerados las dos máximas figuras del cine de México. En su tiempo, fue todo un suceso y la película, un clásico instantáneo.

La dirección es funcional y artística, Rodríguez era un director que sabía explotar los entornos y a los actores, también gustaba del uso de grúas, desplazamientos físicos de cámara,acercamientos, alejamientos y secuencias a una sola cámara; en ocasiones, combinando uno o más.

Dos tipos de cuidado, cumple 70 años de haber llegado a las salas de cine.

Te presento otras notas del cine clásico mexicano, como El hombre de papel, con Ignacio López Tarso:

Enamorada, con María Félix y Pedro Armendáriz:

Los tres García, conPedro Infante y Sara García:

Y A toda máquina, con Pedro Infante y Luis Aguilar:

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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