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Música

Caifanes, de 1988.

Nadie lo esperaba cuando se dio a conocer, pero sería uno de los debuts más importantes de la música de México y Latinoamérica: Caifanes, de 1988.

Fue el 28 de agosto de ese año cuando la placa se puso a la venta. La portada con sus cuatro integrantes evocaba la imagen de vestir del inglés Robert Smith y The Cure. La gente se percató y comenzaron las críticas en torno a la banda mexicana. La utilización de los sintetizadores les valió otras comparaciones con grupos como Depeche Mode.

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Aquellos que lograron rebasar los prejuicios y que fueron muchos, descubrieron un sonido nuevo, sí con influencias sajonas, pero auténtico e impregnado de mexicanismos. Esto, lejos de regionalizar, se propagó por Latinoamérica en un tiempo en que las buenas bandas de rock surgían en otros países como Colombia, Chile y Argentina, entre otros. Fue como si se tratara de una revolución simultánea, planeada y orquestada por la juventud de habla hispana.

Saúl Hernández (voz y guitarra), Diego Herrera (teclados y saxofón), Sabo Romo (bajo) y Alfonso André (batería y percusiones), conformaban a la banda.

Los fanáticos de Caifanes te dirán que el grupo surge en 1984 como Las Insólitas Imágenes de Aurora y, en el 86, después del final de este primer concepto es que surge Caifanes.

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El caifán es una palabra acuñada en México, famosa por el filme de 1967 y por sus raíces “pochas” (que se refiere a la mezcla de anglicismos con palabras en español, popularizados desde hace décadas por los pachucos, inmortalizados por la figura de Tin Tan).

“Ese vato me cai fain” (que se traduce al mismo español como “ese hombre me agrada”, “me cae ‘fine’”). Un grupo de amigos se compone de aquellos “caifanes”.

Con presentaciones a lo largo y ancho de la Ciudad de México -entonces conocido como D.F. (Distrito Federal)-, en lugares como Rockotitlán, fue que los Caifanes comenzaron a sonar.

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Curiosamente, uno de los temas que los propulsó, fue “La negra Tomasa”, el primer sencillo. Muchos creyeron que se trataba de un tema original de rock, pero no era así; se trataba de una autoreivindicación del grupo para promover sus raíces. El tema, una cumbia cubana, fue compuesto por Guillermo Rodríguez Fiffe en 1937, y existe la cantidad de versiones que te quieras imaginar.

Otros sencillos de esta producción fueron “Mátenme porque me muero”, “Viento” y “Perdí mi ojo de venado”. Al finalizar la promoción del álbum, Caifanes ya había “caído fine” en varias regiones.

La edición del disco compacto de 1993, integró dos tracks que no estaban incluidos de inicio, como la propia “Negra Tomasa” y “Venado”.

En “La bestia humana”, también podemos escuchar la guitarra de un argentino algo conocido, de nombre Gustavo Cerati. Con su banda, Cerati hizo su propia historia.

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Caifanes es uno de los discos más importantes en la historia de la música en español y parte de una ideología que se difundía acompañada de notas musicales. En 2023 se cumplen 35 años de su lanzamiento.

Te ofrezco otras notas con discos de este grupo. El Volumen II:

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El silencio:

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Y un par de Jaguares:

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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