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Comics

X-Men #3, el final de una era.

Probablemente el evento más importante para Marvel en 1991 fue la reestructuración de su línea de comics de mutantes, comenzando el estreno de X-Force y meses después, de un segundo comic para The X-Men. Sin embargo, con X-Men #3, el final de una era llegó…

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Aquí te dejo la liga donde hablamos acerca del debut de X-Men de 1991 y su récord de ventas de más de 8 millones de copias:

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El escritor Chris Claremont estaba por abandonar el universo X-Men después 16 años de escribirlo de manera ininterrumpida (más acerca de ello, después). Antes de partir, dejaría al equipo de héroes en un lugar familiar para muchos lectores. Su último número fue X-Men #3, publicado el 15 de octubre de 1991 y nuestro motivo de hoy. Es el final de tres partes en el que Magneto regresa a su lado maligno, después de haber iniciado un largo -sinuoso e infructuoso- camino a la redención.

Cansado de tratar de encajar con el resto de la humanidad, Magnus se declara en guerra contra los humanos. Un grupo de mutantes fanáticos se adhiere a su causa, exacerbando el antagonismo. The Acolytes (Los Acólitos), liderados por Fabián Cortez, son terroristas que no dudarán en dejar claro que los mutantes son el futuro.

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El Equipo Azul de X-Men ha sido derrotado y llevado al Asteroide M, cuartel de Magneto, que se encuentra en la órbita del planeta. Charles Xavier envía al Equipo Dorado para rescatar a sus compañeros.

Con la ayuda de Nick Fury, Val Cooper y S.H.I.E.L.D., los X llegan al asteroide. Al arribar, descubren que sus amigos se han aliado a la causa de Magneto. En realidad, el Equipo Azul se encuentra influenciado mentalmente. Este hecho provoca que ataquen sin piedad a sus amigos.

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Por su parte, Magnus desea vengarse de la doctora Moira McTaggert por haber modificado su código genético.

Magneto descubre que Fabián Cortez es un traidor y desea tomar su lugar como líder de la secta de los Acolytes, eliminando primero a Magneto. Cortez escapa en una nave y ataca con misiles el asteroide M para destruirlo con todos sus tripulantes adentro.

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Como sucediera años antes en la base subterránea de Magneto (Uncanny X-Men #112 y #113), el asteroide es destruido; los mutantes deben suspender la pelea para sobrevivir. En esta ocasión, Magneto sacrifica su vida para dar tiempo a que los demás regresen a la Tierra; claro, no sin antes declarar el fin de toda alianza y amistad con The X-Men.

En el último panel de la historia se puede leer un pequeño cintillo con la leyenda: “CSC – 1976-1991 – FIN”, refiriéndose al final de la era del escritor Christopher S. Claremont.

No sería la última temporada del escritor en The X-Men, pues regresaría en varias ocasiones, algunas de las cuales hemos hablado aquí. En el comic X-Men Forever, le dieron la oportunidad de continuar con algunas historias donde las había dejado al final de X-Men #3. Aquí te dejo una nota al respecto:

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Chris Claremont se había distinguido por cambiar constantemente al elenco de X-Men, cocreando nuevos personajes y llevando a los mutantes a situaciones nuevas con nuevas amenazas. Esto enriqueció el mundo de X-Men y lo mantuvo fresco durante años.

Por el contrario, Jim Lee deseaba regresar a los villanos clásicos. El editor Bob Harras dio la razón al artista, obligando la renuncia de Claremont. En ese tiempo, Marvel priorizó por mucho a los dibujantes sobre los escritores, movimiento que le resultó contraproducente.

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De esta manera, en poco tiempo Xavier volvió a perder el uso de sus piernas, Magneto regresó a ser un villano bidimensional y Wolverine, a su inverosímil traje amarillo, entre otras cosas.

En X-Men #4, inicia una nueva temporada a cargo de Jim Lee con la ayuda de John Byrne en los guiones. Byrne renunció al poco tiempo debido a que las páginas con el arte llegaban demasiado retrasadas y lo presionaban para escribir. En X-Men, sólo escribió dos números (4 y 5), mientras que en Uncanny, del #281 al #285. Te dejo una liga con la nota donde hablamos de esta etapa de Uncanny X-Men:

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El puesto de Byrne fue ocupado por un joven escritor, Scott Lobdell, quien se haría cargo al poco tiempo de Uncanny X-Men.

En X-Men #4 debutan un enemigo y un amigo de Wolverine, ambos provenientes de su pasado como agente: Omega Red y Maverick, respectivamente. La historia se desarrollaría hasta el #7.

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En X-Men #8, el nuevo integrante llegado del futuro, Bishop, conoce a sus compañeros. Para Bishop, los X-Men son leyenda y la base sobre la cual se fundó la policía mutante de su tiempo. Sin embargo, los X desaparecieron sin dejar huella y sólo existe la pista de un traidor de nombre Lebeau. Cuando Bishop conoce a Gambit, está seguro que él es el traidor, también conocido como “testigo”. Al final de ese número, conocemos a la esposa secreta de Gambit, Belladonna.

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X-Men #9 contiene la segunda de tres partes en un crossover con el comic de Ghost Rider.

Los dos últimos números en que participó Jim Lee, el 10 y 11, es una historia en Mojoworld, mundo de otra dimensión que está regido por el entretenimiento y la televisión. Esa realidad se encuentra subyugada por el tirano Mojo, su guardaespaldas Spiral y un enorme ejército. Los X-Men deben viajar a Mojoworld para rescatar a dos antiguos integrantes: Longshot y Dazzler.

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El obligar la renuncia de Chris Claremont no fue un buen movimiento, ya que Jim Lee renunció a los pocos meses, para cofundar Image Comics con sus propios personajes. Junto con 6 de los dibujantes más populares de ese tiempo en Marvel, emprendió el proyecto. Se les auguraba poco éxito, debido a que pocas editoriales de comics tenían la posibilidad de subsistir. A casi 30 años, Image continúa fuerte y es la tercera compañía más importante de comics en Estados Unidos.

Actualmente, Jim Lee es editor en jefe de DC Comics y su porción de Image fue vendida a la casa de Batman en 1997 por una suma millonaria, además de asegurarle un puesto vitalicio en el corporativo.

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En 1991, los títulos de mutantes perdieron a sus creadores: Rob Liefeld abandonó X-Force; Jim Lee a X-Men; Whilce Portacio dejó Uncanny X-Men y Marc Silvestri, Wolverine. Además, Todd McFarlane renunció a Spider-Man y Jim Valentino, a Guardians of the Galaxy. Todos ellos son fundadores de Image. Otros creativos de Marvel harían lo propio en los meses siguientes, generando una fuga creativa que preocupó a la compañía.

El editor de los comics de mutantes, Bob Harras, reaccionó de manera inteligente y cedió los títulos a una buena camada de artistas y escritores. En el rubro de argumentistas: Scott Lobdell (Uncanny X-Men), Fabián Nicieza (X-Men y X-Force) y Peter David (X-Factor). Como dibujantes: Brandon Peterson y John Romita Jr. (Uncanny X-Men), Andy Kubert (X-Men), Greg Capullo (X-Force), Larry Stroman y Jae Lee (X-Factor) y Adam Kubert (Wolverine).

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Casi de inmediato, Marvel gestó la idea para el siguiente crossover anual de mutantes, que llevó por nombre The X-Cutioner’s Song (La canción del ejecutor). De ella, hablaremos en otro momento.

Hoy recordamos los 30 años de X-Men #3, con la salida del escritor y cocreador de múltiples personajes y conceptos, mismos que hicieron de X-Men la franquicia más redituable de comics de Marvel: Chris Claremont.

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Iñigo Pérez

25 años en medios de comunicación, seguidor del comic (desde antes de que fueran "cool"), de la música, del cine y de las series. El arte se expresa de muchas formas... solo tienes que plasmar el tuyo.

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