En el afán de crear nuevos oponentes cada mes, Jack Kirby y Stan Lee generaban todo tipo de ideas alocadas, muchas con enorme potencial como el caso de Fantastic Four contra Molecule Man.
La producción de comics durante sus primeras décadas era hecha a gran velocidad y no se esperaba que los protagonistas tuvieran una larga vida, pues el medio no era considerado parte de la literatura, sino una diversión barata. Había algunas excepciones, como las tiras de los diarios, peleadas por los sindicatos y algunos héroes de comic extremadamente famosos, como Shazam, Superman o Wonder Woman.
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Los creadores de comics también debían crear amenazas creíbles para enfrentar a los héroes y provocar un sentimiento de riesgo en los lectores y así involucrarlos en las narraciones. De esta manera, regresarían para leer la siguiente aventura.
Ya en los sesentas, Kirby, Lee y Ditko, tenían que crear muchos nuevos enemigos para cada edición de sus respectivas revistas de Marvel. Todavía existía la usanza de que casi cada número debía haber una nueva amenaza, lo que era por demás demandante. Con el tiempo, se fueron conservando a los villanos para que regresaran constantemente. Incluso, aquellos que morían, regresaban de maneras misteriosas.
Asimismo, las ideas tanto para personajes buenos o malos, a veces podían ser desproporcionadas, ya que no había la intención de dar un gran vistazo a las posibilidades reales de la física. Por ello, era normal que los héroes o villanos fueran creados por medio de la radiación que en un escenario real, acabaría con sus vidas.
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Los conceptos detrás de los personajes podían ser algo desproporcionados o difíciles de cumplir. Incluso, habilidades como las de Invisible Girl eran más poderosas de lo imaginado originalmente. ¿Cómo detener a alguien que tiene la posibilidad de acabar con la vida de alguien creando un pequeño trombo en el cerebro o que puede hacer explotar los órganos de una persona? Afortunadamente, Sue Richards está del lado de “los buenos”.
Entre algunos de los villanos que tienen potenciales desastrosos para la humanidad y que sería por demás inútil tratar de detenerlos, contamos a Magneto, enemigo de los X-Men y Molecule Man, quien hace su debut en Fantastic Four #20, publicado el 8 de agosto de 1963. Tanto Magneto como Molecule Man, fueron creados por Stan Lee y Jack Kirby.
En la historia, The Watcher, un ser presentado en el número 13, del 3 de enero de 1963, advierte a los Fantásticos acerca de una amenaza que pone en peligro a toda la humanidad. El extraterrestre no exagera, ya que un accidente ha dado la habilidad a un hombre para controlar las moléculas a su antojo.
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Poder controlar los átomos le da la posibilidad de manipular al universo mismo, a excepción de seres vivos.
La historia es espectacular, ya que “El Hombre Molécula” secuestra a toda la isla de Manhattan, poniendo en jaque al cuarteto de héroes (lo cual se vería muy bien en una película). Es necesaria la intervención de The Watcher (El Vigilante) para detenerlo.
Y aquí hago otro alto. La propia Marvel ha abordado el tema de las constantes intervenciones de Watcher y su especie. El concepto detrás de su especie es que “no puede intervenir en los asuntos humanos”. Estos poderosos seres milenarios tienen la labor de observar y registrar los sucesos que rigen al universo entero. Su intervención contradice su existir. Mas le podemos dar una licencia creativa al buen Stan Lee en pos de leer una buena historia.
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Al tomar como rehén a Manhattan, Molecule Man advierte que la única manera en que liberará a sus habitantes, será cuando le entreguen a los Fantastic Four. De esta manera, los héroes se convierten en fugitivos.
Irónicamente, el cuarteto es salvado por la pandilla de la calle Yancy (The Yancy Street Gang), jóvenes que pasan su tiempo haciendo bromas pesadas a Ben. Sin embargo, en el momento de necesidad, salen al rescate y esconden a los héroes.
Gracias a la ayuda de la novia de Ben y escultora ciega, Alicia Masters, así como a la inexperiencia del villano y a la oportuna intervención de The Watcher, que la amenaza es detenida, aparentemente, para siempre.
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La enorme magnitud de los relatos de Kirby y Lee, fueron determinantes para el éxito de Marvel y el surgimiento de legiones de fanáticos que, con el tiempo, se convirtieron en profesionales del medio, refinando a la editorial para que hoy existan todo tipo de sofisticadas historias, tanto de superhéroes como de otros géneros.
Fantastic Four #20, con la introducción de Molecule Man (hasta ese momento, la amenaza más grande de Marvel), cumple 60 años de su publicación.
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Te ofrezco otras notas de los Fantásticos de Lee y Kirby, como la presentación de Alicia Masters y The Puppet Master:
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La presentación de Rama-Tut:
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La de Doctor Doom:
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La primera pelea entre The Thing y Hulk:
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Y la amenaza de los Skrulls:
